Un incendio de grandes proporciones destruyó ayer por la tarde el ferry «Sorrento» de la compañía Trasmediterránea, que cubría la línea Palma-Valencia, cuando se encontraba a unas 18 millas de sa Dragonera. Los 156 ocupantes que iban a bordo, entre tripulantes y pasajeros, fueron evacuados, y cuatro de ellos fueron trasladados a Son Espases por lesiones provocadas por golpes y por inhalación de humo. Dos embarcaciones de Salvamento Marítimo se esforzaban anoche por controlar el fuego, que a última hora de la tarde seguía activo, y el riesgo de que acabara hundiéndose, con un elevado riesgo de contaminación.
El «Sorrento», un ferry mixto de transporte de pasajeros y carga de 186 metros de eslora, había salido del puerto de Palma a la una menos diez del mediodía y tenía previsto llegar a Valencia por la tarde. Llevaba a bordo a 156 personas, 110 de los cuales eran pasajeros y 46 tripulantes. De los pasajeros, 78 figuraban como transportistas, de lo que se desprende que en sus bodegas habría al menos 78 camiones de transporte de mercancías.
Según confirmó la compañía Trasmediterránea, sobre las dos menos diez, cuando llevaba apenas una hora de travesía y se encontraba a 18 millas de sa Dragonera, se produjo un incendio en el garaje de la cubierta número cuatro, por causas que ayer se desconocían. A partir de ahí el fuego se extendió de forma imparable.
Según informó el Centro de Salvamento Marítimo, tras recibir el aviso de que se había producido un incendio en el barco, se movilizaron dos embarcaciones de salvamento, el «Salvamar Acrux» y el «Marta Mata».
También acudieron a la zona el helicóptero Helimer 213 de Salvamento y la aeronave de la Guardia Civil. Además, se difundió por radio una llamada de auxilio para los buques que navegaran por las proximidades. A esta llamada acudieron dos buques de Baleària, el «Visemar One», que cubría la misma ruta que el «Sorrento», y el «Puglia», que se dirigía a Barcelona desde Eivissa.
Una hora después del inicio del incendio, el capitán del Sorrento ordenó evacuar la nave en botes salvavidas. Quedaron a bordo seis tripulantes tratando de mantener la navegación mientras se llevaba a cabo la evacuación. Dos de estos tripulantes fueron rescatados luego por la embarcación «Salvamar Acrux», mientras que los otros cuatro, que requerían asistencia médica por la inhalación de humo, fueron evacuados por los helicópteros de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil. De ellos, solo uno tuvo que ser ingresado en el hospital.
Rumbo a Palma de Mallorca
Mientras tanto, el resto de los pasajeros y tripulantes fueron rescatados por los buques «Visemar One» y «Puglia». Este segundo se hizo cargo de la mayoría de los náufragos -143 personas, según fuentes de Baleària- y con ellos a bordo puso rumbo a Palma.
La «Visemar One» por su parte, con 232 pasajeros, continuó su travesía hacia Valencia. El «Puglia» llegó finalmente al Dique del Oeste del puerto mallorquín sobre las ocho de la tarde. La Policía Nacional se encargó de identificar a todos los rescatados antes de que pudieran abandonar las instalaciones portuarias, con el fin de verificar que todos los pasajeros habían llegado a puerto y que nadie se había quedado a bordo del buque siniestrado.
Una vez en el muelle, voluntarios de Cruz Roja atendieron a 14 personas por lesiones causadas en los golpes sufridos durante la evacuación, así como por quemaduras y por inhalación de humo. Cinco de ellos precisaron finalmente su traslado al hospital, donde quedaron ingresadas.
Una vez que todos los pasajeros y tripulantes del «Sorrento» estuvieron a salvo, las embarcaciones de Salvamento se centraron en la lucha contra el fuego. Todos los esfuerzos iban encaminados a tratar de controlar el incendio y evitar que el ferry acabara hundiéndose, aunque las grandes proporciones de las llamas, avivadas por el combustible de los camiones que transportaba el buque, hacían de ello algo extremadamente difícil.
A última hora de la tarde de ayer, fuentes de Salvamento Marítimo confirmaron que el fuego seguía activo y que se mantenía el peligro de que se hundiera, con el riesgo de que el combustible que almacena en sus depósitos -unas 750 toneladas- provocara un vertido contaminante.
Un remolcador de Tarragona
A los buques que trabajaban en la zona desde el primer momento se les unió durante la noche un remolcador que partió ayer tarde del puerto de Tarragona y cuya intervención se producirá en cuanto el fuego a bordo del «Sorrento» pueda ser controlado y la estabilización de la embarcación permita su traslado a un lugar seguro con el fin de extraer lo que pueda quedar de combustible y, en su caso, rodearlo de barreras anticontaminación.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, que se desplazó a Palma para supervisar la llegada de los pasajeros al puerto de Mallorca, afirmó que lo importante ahora es «minimizar cualquier tipo de riesgo medioambiental» para las Islas Baleares.
«Estamos, ni más ni menos, en las Islas Baleares, de ahí la prioridad de evitar cualquier riesgo de estas características en una comunidad turística», dijo Pastor a los periodistas en el puerto de Palma de Mallorca.
La ministra agregó que, a lo largo de la noche, los técnicos valorarían la situación del barco para adoptar las decisiones pertinentes con el fin de evitar un desastre medioambiental.
