Agentes de la Guardia Civil de Xàtiva han imputado a una mujer de 45 años y a su hijo de 25, ambos de nacionalidad rumana, acusados de haber intentado estafar 150.000 euros a una compañía aseguradora simulando que unos ladrones les habían desvalijado su ferretería, sita en Càrcer. Según informó ayer la Comandancia de Valencia, los inculpados crearon dos empresas, una en Rumanía y la otra en Càrcer, con la presunta finalidad de cometer la estafa, finalmente abortada gracias a los agentes del área de investigación de Xàtiva.

Según los ahora imputados, el robo se produjo en la noche del 24 al 25 de diciembre del año pasado, apenas un mes después de su inauguración, y los cacos se habrían llevado fresadoras industriales, rodamientos y otras herramientas por valor de 150.000 euros. Según la denuncia, presentada días después, en enero, todo lo sustraído procedía de Rumanía.

Sin embargo, la investigación desarrollada por los agentes de Xàtiva permitió poner al descubierto que no había transacciones entre las dos empresas y que las herramientas nunca habían llegado a ser transportadas de Rumanía a la Costera, de modo que frustraron el pago que la aseguradora debía hacer en cumplimiento de la póliza suscrita por los ahora imputados.

El juzgado de Alzira que instruye la causa está pendiente ahora de que la policía rumana, que ha colaborado con la Guardia Civil, investigue el posible grado de implicación del administrador de la empresa radicada en ese país.