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Orriols

Herido un menor al ceder el techo de una nave abandonada

El chico, de 14 años, cayó desde una altura de más de seis metros cuando merodeaba por la uralita de noche con otros dos amigos de la misma edad

Imagen del tejado en el que se aprecia el agujero por el que se precipitó el chico. sergio viñuela

Un adolescente de 14 años sufrió heridas de consideración en la noche del pasado miércoles al caer desde una altura de más de seis metros tras ceder el tejado de una nave abandonada del valenciano barrio de Orriols por el que merodeaba con dos amigos. El chico, que tardó en poder ser atendido y evacuado al hospital por el difícil acceso al lugar, se encuentra estable, aunque los médicos aún deberán hacerle más pruebas para determinar su estado.

El suceso ocurrió poco antes de las once de la noche del miércoles, cuando los tres chicos se encaramaron al tejado subiéndose al techo de un coche estacionado en un descampado contiguo.

Un vecino que estaba en el balcón de su casa presenció el momento exacto del accidente. «Estaban los tres encima de la uralita, que está en muy malas condiciones, porque son naves abandonadas desde hace más de diez años, que están pendientes de ser derribadas», explica Vicente Linares.

Los menores estaban fumando y charlando cuando, de pronto, el tejado cedió bajo los pies de uno de ellos, que se precipitó al interior de la construcción. «Los otros dos saltaron enseguida a la calle, gritando y pidiendo ayuda», relata el testigo.

La incertidumbre sobre el estado del menor, dada la altura desde la que había caído, y la dificultad para acceder al interior generaron momentos de gran tensión. De hecho, uno de los chicos incluso creyó que su amigo se había matado. Además, el adolescente no respondía a las llamadas desde el exterior.

Enseguida acudieron varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía, que no pudieron entrar a la nave pese a intentarlo apalancando la puerta de acceso a la nave, un antiguo gimnasio que quebró y aún tiene en su interior los aparatos deportivos. Tampoco pudieron saltar por el tejado, cuya estructura amenazaba con desmoronarse.

Finalmente, los bomberos entraron en el interior con la ayuda de una escalera y llegaron adonde se encontraba el niño, que, por fortuna, estaba consciente. Tras evacuarlo, fue atendido por el equipo sanitario de una ambulancia del SAMU, que lo trasladó de inmediato al Hospital La Fe, donde permanece ingresado.

«Es lo mínimo que pudo pasar, porque aquí estamos vendidos«, denuncia Vicente. «Las calles no tienen acceso porque hay bolardos y si no sabes cómo llegar a la Senda de Orriols, te pierdes», expuso el vecino, quien también se queja de la inseguridad en el barrio: «Estamos hartos de que roben en los coches y trapicheen en las calles. Cuando denunciamos, la policía pasa un par de veces por la zona, pero tampoco mucho más», lamenta.

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