Rápidos y violentos. Son dos de sus características. La tercera: usan pasamontañas de color blanco y guantes a juego para perpetrar sus golpes. De momento, se les atribuyen al menos tres asaltos a otros tantos restaurantes en Valencia cometidos en apenas cuatro días. Dos de ellos, en menos de tres minutos los dos. Se sirven de un hacha para intimidar a sus víctimas y su objetivo es siempre el mismo: la caja registradora. De momento, la Policía Nacional no ha conseguido ponerles nombre y apellido.

El primer atraco que se les supone fue cometido a las doce y veinte minutos de la madrugada del jueves de la semana pasada, víspera de festivo -el viernes fue 1º de mayo-. El local elegido, un restaurante la calle Pediatra Jorge Comins, en Campanar, con buena salida para escapar hacia la ronda Norte.

Dos de los atracadores, con sus características capuchas blancas, entraron gritando en el local y amenazaron a los empleados con varios cuchillos -en esa ocasión, no ha quedado claro si también utilizaron un hacha-. Tras vencer su resistencia, arrancaron bruscamente el cajetín con el dinero de la caja registradora y escaparon a toda velocidad. Las víctimas han cifrado en unos 800 euros la recaudación de ese día.

Los dos ladrones, que también en ese caso hicieron uso de guantes para evitar dejar sus huellas u otros vestigios en el lugar asaltado, escaparon corriendo hacia la calle, donde les esperaba un tercer compinche al volante de un coche con el motor en marcha.

Sólo cuatro noches más tarde, reaparecieron, pero esta vez en la zona de ocio próxima a la calle Menorca, junto a unos grandes almacenes de la avenida de Francia. Aparcaron el vehículo -existen dudas sobre si usaron el mismo coche en ambas ocasiones- en la calle Trafalgar y el conductor se quedó nuevamente al volante, mientras sus compinches corrían hacia el primer restaurante, en la esquina de esa calle con la de Luis Bolinches.

Tras enarbolar el hacha, entraron por la puerta más cercana a la caja registradora, amenazaron a gritos a los empleados, arrancaron el cajetín con la recaudación y salieron por la misma puerta. «es evidente que habían controlado el local con anterioridad. Sabían por dónde entrar y cómo hacerlo para tardar menos y asegurarse de que se llevaban el dinero. Además, no era una noche cualquiera. Era el Día de la Madre, que al ser un festivo especial, siempre hay más recaudación», explica uno de los empleados.

Tras salir corriendo, uno de ellos se fue al coche y el otro se metió en el bar de la esquina contraria. De nuevo las amenazas a la empleada, el robo de la caja y la huida. «Tardaron menos de tres minutos en asaltar los dos locales», afirma un testigo. En los dos bares había aún bastantes clientes a pesar de que ya era casi la una de la madrugada del lunes.

Un coche robado

La Policía Nacional ya trabaja en el caso, pero de momento no hay sospechosos identificados. Los agentes cuentan, al parecer, con un vídeo grabado por una persona que recoge la huida del tercer atracador después de haber asaltado el segundo bar en la noche del domingo al lunes pasado.

De momento, sí ha trascendido que, al menos en ese doble atraco, utilizaron un automóvil sustraído dos semanas antes en Valencia.