Una mujer de 37 años, Odile M., mató ayer presuntamente a su hijo de cinco años en su vivienda familiar del municipio de Almàssera. Según pudo saber Levante-EMV de fuentes de todas solvencia, la mujer habría asfixiado al menor con una almohada y después se habría intentado quitar la vida en la misma vivienda.
La presunta homicida fue detenida y trasladada hasta el área de psiquiatría del Hospital Clínico. Según fuentes cercanas a la familia y de vecinos del barrio, fue el padre quien se encontró a su hijo sin pulso dentro de la vivienda junto a la madre, afectada por una ingesta de fármacos.
El pequeño Alejandro, que habría cumplido seis años en agosto, era fruto de una relación entre un vecino de 67 años muy conocido del municipio y la mujer de Nicaragua que vino hace años a vivir con él a Almàssera.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 13.00 horas en una vivienda situada en la calle Verge dels Desamparats; contigua a la Plaza Mayor de Almàssera, y por lo tanto a pocos metros del ayuntamiento.
Fue sobre esa hora cuando algunos testigos vieron al padre del niño exclamando muy alterado en la calle «¡Está muerto!¡Está muerto!». El hombre entró muy nerviosos a una tienda de la misma calle y desde allí dio aviso a la Guardia Civil.
Al parecer, según explicaron a este diario fuentes de la familia, el hombre subió a casa y encontró al pequeño y a su mujer, Odile, tendidos sobre la cama. Según pudo saber este periódico, el pequeño estaba sin pulso y la madre semiinconsciente.
Ingesta de fármacos
La mujer, que está recibiendo tratamiento por una depresión, había ingerido fármacos y mostraba marcas en el cuello que se habría producido al autolesionarse para intentar quitarse la vida. El padre intentó reanimarle haciendo el boca a boca. El pequeño no respondió, así que él mismo le trasladó hasta el centro de salud del municipio, si bien no se pudo hacer nada por salvarle la vida. De hecho la misma fuente de la familia aseguraba que el niño podría haber llegado ya muerto al centro sanitario.
Tras recibir el aviso del padre del pequeño, los agentes de la Guardia Civil acudieron a la vivienda y hallaron a la mujer dentro. Aún estaba afectada gravemente por los fármacos que había ingerido, pero reconoció a los agentes que había matado al menor asfixiándolo con una almohada.
Las fuerzas de seguridad arrestaron a la mujer por un presunto delito de homicidio y la trasladaron hasta el Hospital Clínico de Valencia, donde los médicos la estabilizaron. Al cierre de esta edición permanecía ingresada en el área de psiquiatría del centro. Mientras, a las puertas del ambulatorio de Almàssera, situado a pocas calles de la vivienda, varios familiares del pequeño Alejandro esperaban desconsolados el levantamiento del cadáver.
Varios hermanos
El menor tenía hermanos más mayores, que su padre había tenido en el pasado, antes de viajar a Nicaragua. Su hermana mayor Mayte, que estaba totalmente afectada por el suceso, aseguraba desconocer las casusas de la muerte del pequeño.
Poco después presenció junto a allegados y familiares la llegada del furgón que debía llevarse el cadáver de Alejandro al Instituto Anatómico Forense, al que se le realizará la autopsia previsiblemente el lunes, con el objetivo de determinar las causas de la muerte y por lo tanto confirmar o descartar que murió por la obstrucción de las vías respiratorias.
En la vivienda familiar, otros familiares acompañaban al padre del niño, que estaba completamente abatido. Hasta allí se desplazaron los especialistas de la Guardia Civil para recabar testimonios y realizar una inspección minuciosa de la vivienda y de la habitación en la que presuntamente la mujer le quitó la vida a su hijo para recabar posibles pruebas que aporten más detalles de cómo se produjo el crimen. También es previsible que los agentes tomen declaración a Odile una vez se encuentre en mejores condiciones de salud para pasar también a disposición judicial. El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia se ha hecho cargo de la investigación del caso.
Un padre muy apreciado
En el barrio comenzó a correr el rumor de que había fallecido un niño y los vecinos no tardaron en ponerle nombre y rostro, puesto que su padre es una persona conocida y apreciada en el municipio. De hecho, el hombre se había incluso presentado como independiente en un partido político para las elecciones municipales de 2011. Los rostros de tristeza hablaban por si solos en el portal de la finca.
El menor había nacido en Valencia y cursaba en el colegio de Almàssera. Aún así, horas después del presunto homicidio, la gente no acertaba a suponer que su madre, Odile, habría sido la causante de fallecimiento del pequeño.
