Un joven ha admitido este lunes haber golpeado hasta la muerte tras una discusión a un hombre de avanzada edad en su huerto de Vila-real en marzo de 2013 y ha pedido perdón a la familia de la víctima, pues, según ha declarado, no tenía intención de acabar con su vida, sino "sólo quería salir de una situación en la que estaba sometido a ciertas cosas inhumanas".

A pesar de que el fiscal solicitaba en un principio 25 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato, antes de iniciarse el juicio en la sección segunda de la Audiencia de Castelló, el ministerio público y la defensa han acordado un escrito de conclusiones de conformidad, en el que piden 10 años de prisión por un delito de homicidio con la atenuante de arrebato u obcecación, y una indemnización para los herederos del fallecido de 75.000 euros.

La magistrada ha explicado que, a pesar de acordarse un escrito de conformidad por las partes, el juicio debe continuar al exceder la petición de pena de seis años, por lo que un jurado popular deberá decidir si los hechos están acreditados. Por su parte, el fiscal ha justificado la modificación de las conclusiones basándose en un informe psicológico forense que señala que el acusado tenía tal impacto emocional que sus facultades cognitivas y volitivas se vieron mermadas en el momento de los hechos.

Según el escrito de conformidad, los hechos se produjeron el 7 de marzo de 2013, sobre las 16.30 horas, cuando el acusado y la víctima mantuvieron una discusión en el huerto del fallecido situado en Vila-real. Entonces el procesado comenzó a propinarle varios golpes y le empujó contra un quemador de bloques de hormigón que se utilizaba para quemar rastrojos, lo que provocó que cayeran algunos de ellos.

Una vez en el suelo la víctima, el acusado continuó golpeándola con puñetazos y un objeto contundente tras una "reacción agresiva" y con sus facultades cognitivas y volitivas disminuidas, lo que ocasionó al fallecido, al menos, 13 contusiones que le provocaron la muerte.

Investigación por móvil sexual

Además del acusado, han declarado en la jornada de este lunes varios agentes de la Policía. Algunos han explicado que el cadáver se encontraba boca arriba y con los pantalones un poco bajados por detrás. Al respecto, uno de ellos ha declarado que, en principio, la investigación se dirigió a un móvil sexual por la zona donde apareció el cuerpo y las circunstancias en las que se encontraba el cadáver.

Así mismo, algunos agentes ha señalado que el acusado, en principio, negó haber estado en el lugar de los hechos, aunque posteriormente se "derrumbó" y lo reconoció. No obstante, han apuntado que el acusado se mostró "sorprendido" cuando le dijeron que el hombre había fallecido, por lo que rompió a llorar.

Los testigos también han declarado que la versión de los hechos que ofreció el acusado fue que la víctima le quería obligar a realizar cierta práctica sexual, a lo que le respondió que él no hacía ese servicio, lo que desencadenó la agresión. El juicio continuará este miércoles con nuevas declaraciones.