La Policía Nacional ha detenido a 38 personas, miembros de una red internacional dedicada a robos en domicilios y en su mayoría de nacionalidad georgiana, a los que se les acusa de 32 asaltos en inmuebles de Valencia, Castelló y Madrid.

Según ha explicado la Dirección General de la Policía, entre los arrestados, asentados en Valencia y Madrid, de los que 15 ya han ingresado en prisión, figuran personas con distintas tareas, desde los encargados de ejecutar los asaltos hasta empresarios que vendían lo robado.

Los asaltantes buscaban hacerse con dinero en efectivo y joyas, que en ocasiones fundían para darles una apariencia completamente diferente a la original e introducirlas con mayor facilidad en el circuito legal.

Además, según la Policía, seis de los integrantes de la red se dedicaban también a robar droga a narcotraficantes.

Los arrestos se han producido en Valencia (18), Madrid (10), Alicante (9) y uno más en el aeropuerto del Prat en Barcelona, donde los agentes localizaron a un miembro del grupo que pretendía huir de España.

Además se han practicado catorce registros domiciliarios, en los que los agentes se han incautado, entre otros efectos, herramientas y útiles para la comisión de robos, varios lotes de joyas que procedían de los robos, una pistola detonadora y 6.000 euros en efectivo.

Las investigaciones comenzaron a partir de un robo con fuerza cometido en Alicante mediante el procedimiento del butrón.

Los agentes sospecharon que tras ese robo podría estar una organización criminal altamente especializada en manipular cerraduras para acceder a viviendas y sustraer principalmente joyas y dinero.

Tras los asaltos, la red criminal enviaba el dinero y las joyas a Georgia, y lo ingresaban en la denominada "caja de los ladrones", donde se acumulaban todo lo obtenido en las actividades criminales por diferentes países.

La organización criminal se estructuraba en forma piramidal para establecer una jerarquía criminal en sus actividades.

En la cúspide se encontraban dos personas, encargados de la coordinación y supervisión de los integrantes del grupo; por debajo los que ejecutaban los robos en domicilios, luego los responsables del apoyo logístico (como una mujer dedicada a buscar pisos de alquiler y habitaciones subarrendadas para alojar a los integrantes de la organización, además de facilitarles tarjetas de telefonía).

El último escalón lo ocupaban los empresarios al frente de establecimientos en los que se vendían los objetos robados.

Seis de arrestados se dedicaban además al robo de droga a narcotraficantes, para lo que usarían armas de fuego.

Los robos con fuerza en domicilios han sido cometidos en Valencia (16), Madrid (15) y Castellón (1), además de un robo cometido en un robo cometido en una oficina de Alicante.