Poder saber dónde va a ocurrir y cuándo el próximo delito. Sería la solución perfecta para las fuerzas de seguridad y el mayor problema obviamente para los ladrones, asesinos y estafadores. Esta idea, de la que se nutrió la película Minority Report, desde luego se antoja imposible. Pero los criminólogos de hoy en día sí profundizan en la previsión de delitos mediante el uso de mapas digitales, el análisis de los delitos ya ocurridos y su situación espacio-temporal.
Los nuevos profesionales de la criminología se forman en plataformas como ArcGIS con las cuales pueden crear diferentes mapas con los que podrán establecer «zonas calientes» de delitos, o intentar localizar un asesino mediante el rastro de sus actividades.
Como explica José Eugenio Medina, secretario y profesor del Centro Crimina de la Universidad Miguel Hernández de Elx, con este programa y diversos algoritmos «podemos anticiparnos» para evitar una situación de peligro o un futuro delito.
Según señala, hay dos líneas de trabajo de la criminología. Por un lado, la que se centra en el perfil del criminal y otra en el ambiente, es decir en el contexto en el que tiene lugar el delito. Las investigaciones con mapas se refieren a esta segunda.
Distribución de policías
A grandes rasgos, las investigaciones y trabajo diario con mapas para la criminología se desarrolla colocando en el plano «los eventos», es decir,«robos, homicidios o delitos de tráfico de drogas» y se le añade la hora en la que fue producido, con qué tipo de arma y por quién. De esta forma los investigadores pueden crear, tras aplicar unos determinados algoritmos, «patrones de la distribución espacio-temporal» de los delitos: a qué hora y de qué forma se producen unos delitos en determinados barrios. «Con estas herramientas se ayuda a los cuerpos de policía a distribuir mejor sus medios en las ciudades», apunta Medina. «Nos podemos hacer una idea del riesgo que puede haber para un determinado espacio del mapa», señala. O establecer un área en la que podría estar escondido el criminal tras recabar información sobre sus movimientos. Desde Esri, la empresa que desarrolló ArcGIS detallan que llevan trabajando con los cuerpos de seguridad desde prácticamente su andadura en España, a comienzos de 1990.
«Si bien esta tecnología no es nueva en España, su uso dista mucho del que se hace en países anglosajones. En Estados Unidos, el Departamento de Justicia hizo hace muchos años una gran inversión para formar a sus agentes en el análisis de delitos», resalta Medina.
También es usada por cuerpos de Bomberos o el Seprona para la prevención de incendios y evacuaciones. Los profesionales pueden superponer desde fotografías satélite u ortofotos, a fronteras políticas, callejeros, vídeos, o mapas antiguos.
Además, los agentes pueden consultar o añadir información a los mapas desde dispositivos móviles. Ante la imposibilidad de leer el futuro, estas herramientas se convierten en grandes aliadas de los investigadores en las labores de prevención.
