Hasta en nueve domicilios de Valencia habían robado, presuntamente, los tres detenidos por la Policía Nacional. Los arrestados eran expertos en la técnica del escalo, que consiste en acceder a los inmuebles por las fachadas y los balcones. También habían robado en Madrid.

Los acusados, dos de ellos arrestados mientras huían hacia Francia en La Junquera (Girona) y el otro en Valencia, preparaban los asaltos con minuciosidad y estudiaban con detalle las viviendas en las que irrumpían, y en las que llegaron a utilizar armas blanca para atemorizar a los posibles moradores.

El modus operandi de los asaltantes, que se hacían pasar por turistas, consistía en alquilar habitaciones en la zona en la que iban a cometer el delito para estudiar las viviendas con las características ideales e introducirse posteriormente a través del balcón. Sus preferidas eran aquellas que contaban con barrotes de forjado paralelos o tuberías consistentes próximas al balcón.

Fijado el objetivo, uno de los individuos escalaba el edificio y forzaba las ventanas de la casa elegida. Bloqueaba también el acceso de la puerta o puertas principales con el fin de evitar ser sorprendido por los inquilinos. Tras registrar la vivienda, lanzaba por el balcón los objetos de valor a los otros dos compinches.

Al arrestado en Valencia se le intervinieron 3.257 euros en efectivo, diversas joyas, relojes y gafas de sol, efectos que han sido devueltos en su mayoría a sus legítimos dueños.