Aprovechando la oscuridad de la noche, se acercan a sus víctimas reptando por la arena como una sigilosa serpiente y se apoderan de teléfonos móviles, carteras y bolsos sin que en ningún momento la pareja, más pendiente de otros menesteres, se percate del robo hasta que ya es demasiado tarde. Así actuan los ladrones de la playa de la Malva-rosa de Valencia que hurtan al descuido a bañistas nocturnos y parejas que acuden a la orilla del mar a dar rienda suelta al «caloret» veraniego.
Agentes del grupo de GOES Noche de la Policía Local de Valencia detuvieron la semana pasada a cinco hombres de entre 25 y 40 años, de distintas nacionalidades, acusados de varios hurtos cometidos al descuido durante la noche a parejas que se encuentran tumbadas en la arena en actitud cariñosa en la playa de la Malva-rosa, según ha podido saber este periódico.
La Policía Local estableció un dispositivo especial de vigilancia nocturna en dicha playa de Valencia durante los días 3 y 9 de agosto tras recibir un gran número de denuncias de personas que aseguraban haber sido víctimas de un hurto mientras se encontraban tumbadas en la arena. Alguno de los denunciantes incluso reconoció a los agentes que no se percató de nada porque estaba manteniendo relaciones sexuales con su pareja y en ese momento no sabe si dejó sus pertenencias a un lado u otro de la toalla.
Fruto de este operativo de GOES Noche se llevaron a cabo hasta cinco detenciones. Los arrestados son dos ciudadanos españoles, de 33 y 36 años, dos de origen rumano, ambos de unos 40 años, y un joven de nacionalidad marroquí de 25. Los cinco están acusados de un delito de hurto, aunque podría quedar rebajado a una falta si finalmente la cuantía de lo sustraído no supera los 400 euros. Asimismo, también fue detenida una persona por un delito de daños por romper con una piedra la cristalera de un bar.
Además de estos robos nocturnos la Policía Local encargada de la vigilancia de playas ha recibido, en lo que llevamos de verano, numerosas denuncias de bañistas que al salir del agua se han percatado de que les faltaba la cartera, el móvil o las gafas de sol. Algunas de estas denuncias ni siquiera llegaron a ser tramitadas ya que tras una batida por la zona los agentes encontraron las pertenencias en la arena. En estos casos todo se debía a que la supuesta víctima se había desorientado al salir del agua.
