La Policía Nacional ha hallado más restos del vecino de Dénia asesinado y descuartizado esta semana, y cuya cabeza y tronco aparecieron el viernes enterrados en un campo de naranjos de la pedanía de Pamis, en el término municipal de Ondara. A lo largo de ayer se encontraron una mano, un brazo y un antebrazo en distintos lugares de la Marina Alta, que distan hasta 11 kilómetros del punto donde se vieron los primeros restos, tal y como confirmaron fuentes policiales. Al parecer, el hombre detenido el viernes es el presunto autor material del crimen.

Segundo detenido

Las mismas fuentes avanzaron, además, que a última hora de la tarde se detuvo a una segunda persona, que habría ayudado al presunto asesino a trasladar el cuerpo desde la vivienda de Dénia donde supuestamente cometió el crimen. En este sentido, se intervino una furgoneta en la que se habría transportado el cadáver. Tal y como se ha venido publicando, vecinos de la finca donde residía el fallecido, en la calle Mallorca de Dénia, vieron a dos desconocidos sacando un sofá envuelto en sábanas o una lona y atado con cinturones.

Tras la detención de un sospechoso y el hallazgo, en presencia de esta misma persona, de la cabeza y el tronco dentro de un frigorífico en un huerto de naranjos cercano a Pamis, se encontró también una mano cerca de la carretera que conduce de Pedreguer a La Llosa de Camatxo, a casi una decena de kilómetros al sur. Asimismo, en torno a las 15.00 horas de ayer se hallaron un brazo y un antebrazo, también enterrados, cerca de un camino llamado Assagador de Sant Pere y junto al cauce del río Alberca.

Estos dos lugares, próximos entre sí, se encuentran en el término municipal de Dénia, pero también a unos 11 kilómetros —en este caso al norte— del punto donde se encontraron los primeros restos. En concreto, se trata de una partida rural a medio camino entre Dénia y El Verger, donde existen numerosas casas de campo y fincas agrícolas, y cerca del trazado del antiguo ferrocarril de Dénia a Gandia, frecuentado por caminantes y ciclistas.

Todo indica que el primer detenido va indicando a cuentagotas los puntos donde se habrían depositado diferentes partes del cuerpo. Hasta el momento se desconoce el móvil del asesinato de este hombre, que tenía 59 años y era de nacionalidad española.