Un policía local de un municipio valenciano, su hermana y su cuñado han acabado detenidos por la Guardia Civil por montar un «chiringuito» que les permitió, presuntamente, hacerse con 20.000 euros en 10 meses vendiendo por internet datos de las bases de Tráfico a quien quisiera pagar por ello. Además, los investigadores de la Guardia Civil de Tráfico han imputado a 16 de sus clientes por comprar la información. Y se espera que haya muchos más.

La trama quedó al descubierto cuando la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Toledo recibió uno de esos informes y abrió una investigación que, a lo largo de varios meses de indagaciones y comprobaciones, les ha permitido desenredar la madeja hasta llegar a los presuntos autores de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Según informó ayer la Guardia Civil, todo comenzó cuando un agente de Policía Local de un municipio de Valencia que no ha trascendido facilitó a un familiar -su cuñado, según fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV- las claves de acceso a las bases de datos de Tráfico de las que disponía de su etapa en otro pueblo de Valencia donde había estado destinado con anterioridad.

Con esa herramienta en su poder, el cuñado, junto con su esposa -y hermana del policía- empezaron a extraer datos de Tráfico, tanto personales como administrativos sobre vehículos y conductores con los que al parecer estuvieron comerciando durante al menos diez meses.

Un informe muy completo

Tráfico facilita a los ciudadanos que lo demanden información acerca de los vehículos y sus titulares mediante un sencillo trámite, en persona o por internet, y previo pago de una tasa de 8,5 euros. En la respuesta, se facilitan algunos datos, pero ninguno que vulnere la intimidad de los dueños de los vehículos objeto de consulta.

La trama de venta de información cobraba bastante menos -5 euros por cada informe- y aportaba muchos más datos, incluidos algunos de corte personal, de modo que, a través de Whatsapp, lograron hacerse con una importante cartera de clientes. Según las indagaciones llevadas a cabo por los guardias civiles del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GAIT) del Sector de Tráfico de Toledo, la trama se extendió por toda España. De hecho, también agentes de Tráfico de Valencia, así como de Alicante y Castelló, han participado en la resolución de este caso, ya que la mayoría de los clientes eran de la Comunitat Valenciana.

Tras analizar el origen de ese primer documento, fueron escalando hasta dar con el policía local que había cedido sus antiguas claves a sus familiares, quienes habían logrado montar, presuntamente, la fraudulenta red de comercio de datos mediante un ordenador portátil, un teléfono móvil y la conexión a internet de la que disponían en su domicilio. Los tres han sido detenidos y puestos ya a disposición del juez.