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Robo frustrado

Unos ladrones intentan arrancar un cajero de la pared en el área de servicio de El Rebollar

Los encapuchados fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando ya tenían la caja enganchada a su furgoneta

Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico frustró el pasado fin de semana de madrugada el robo de un cajero automático en el área de servicio de El Rebollar. Los delincuentes pretendían llevarse por completo la caja con los caudales y ya habían enganchado la misma con unos cables de acero a la furgoneta para arrancarla de la pared. Sin embargo, la presencia de los agentes de la Benemérita frustró sus planes y los ladrones, que iban encapuchados, huyeron del lugar a toda prisa abandonando su botín.

Los hechos ocurrieron en torno a las dos de la mañana del pasado sábado cuando varias personas, al menos tres según se observa en las cámaras de seguridad, irrumpieron por la fuerza en el bar de la estación de servicio de El Rebollar (Requena). «Llegaron encapuchados con una maza y un hacha y destrozaron la puerta», relata un empleado. En el interior del bar se encontraba un compañero, pero éste optó por esconderse ya que los autores del robo parecían peligrosos. «Lo tenían todo muy bien estudiado», apuntó el trabajador.

Los asaltantes fueron directamente a la zona posterior del cajero automático para enganchar unos cables de acero que pasaron posteriormente por la ventana para, aprovechando la fuerza de la furgoneta, arrancar la caja de la pared. «Destrozaron la vitrina donde tenemos los botes de la miel», explicaba un empleado sobre los destrozos causados por los ladrones.

Sorprendidos por Tráfico

Con lo que no contaban los delincuentes es que a esa hora pasara por el área de servicio una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico que iba a tomarse un café durante el descanso de la noche. Los agentes vieron movimientos extraños en la zona del bar y una furgoneta estacionada muy próxima al cajero automático. Rápidamente los ladrones abandonaron allí su botín y huyeron en un segundo vehículo antes de que pudieran ser identificados por los agentes.

La intervención de la Benemérita evitó así que los delincuentes lograran su propósito. El cajero automático, en cuyo interior había una cantidad de dinero que las fuentes consultadas no pudieron concretar, fue localizado enganchado ya a la furgoneta con cables de acero. Asimismo, dentro del bar, agazapado, se encontraba el trabajador que estaba al cuidado del negocio esa noche.

La Guardia Civil trata ahora de identificar a los autores a través de las grabaciones de las cámaras de seguridad, aunque éstos llevaban el rostro oculto con pasamontañas.

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