Sólo uno de los cuatro acusados de matar a un hombre de origen moldavo en un chalé de Genovés y deshacerse del cadáver será condenado como autor del crimen. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado finalmente a diez años de prisión a A.J.M.G., más conocido como Murdock, por un delito de homicidio al considerar probado que acabó con la vida de su víctima de un disparo efectuado durante un forcejeo en el que éste también resultó herido de bala en el brazo.
El resto de implicados ha sido absuelto del homicidio aunque dos de ellos deberán cumplir una pena de un año y cinco meses de cárcel por el delito de encubrimiento, ya que un día después de los hechos, ocurridos en febrero de 2013, acudieron a la casa para limpiar cualquier vestigio del crimen y trasladaron el cuerpo a un campo de naranjos de Xàtiva, donde lo abandonaron junto a un fusil Kalashnikov.
Una discusión en una partida
Los hechos se remontan a la noche del 24 de febrero de 2013 cuando tres hombres de nacionalidad uruguaya y un ciudadano moldavo se encontraban jugando a las cartas -según manifestaron los acusados en el juicio- en un chalé de la pedanía de Alboi, en Genovés. Según la sentencia, se produjo una discusión entre el ahora condenado y el fallecido, durante la cual éste último sacó un revólver de 9 mm y los otros tres trataron de arrebatárselo. En la refriega cayeron al suelo y se produjo un primer disparo que hirió de gravedad a J.A.M.A. Este acusado, defendido por el letrado Óscar Fernández, ha sido absuelto de todos los cargos al quedar acreditado que huyó inmediatamente del lugar y que no pudo efectuar disparo alguno ya que presentaba perforación ocular como consecuencia de las esquirlas del proyectil.
Aunque el arma homicida no ha podido ser localizada el único condenado como autor del homicidio incurrió en numerosas contradicciones que lo situan directamente como la persona que efectuó el disparo que acabó con la vida de Valeriu Zagorodniuc. De hecho durante el juicio manifestó que vio salir corriendo de la casa a la víctima, pero los forenses descartaron esta posibilidad al acreditar que la muerte se produjo apenas unos minutos después de ser alcanzado por el tiro que le perforó el pulmón.
