­La Policía Nacional detuvo ayer en el municipio alicantino de Elx a un hombre tras presuntamente matar a su padre con un cuchillo de cocina en la vivienda familiar. Según fuentes cercanas al caso consultadas por este periódico, el hijo, de 46 años de edad, asestó media docena de cuchilladas a su progenitor, de 72 años, tras una discusión y después llamó a la Policía para confesar el crimen. «He matado a mi padre», declaró a los agentes.

El parricidio se produjo en torno a las 15 horas, cuando la policía recibió el aviso y acudió al domicilio situado en la popular avenida del barrio de Toscar de Elx. El agresor fue el primero en salir de la vivienda esposado y escoltado por los agentes hasta la comisaría de la Policía Nacional donde prestó declaración.

La madre sale ilesa

Al parecer, según apuntaron fuentes vecinales, en el momento del homicidio, también se encontraba en la casa la madre, que sufre Alzheimer desde hace años y que posteriormente abandonó el lugar de los hechos ilesa y acompañada por otro familiar. Asimismo, el agresor sufría una enfermedad mental diagnosticada desde hace años y recibía tratamiento, concretamente por esquizofrenia. La investigación deberá determinar si el hombre pudo sufrir un momento de enajenación debido a su enfermedad o si llevó a cabo el homicidio de forma consciente.

Agentes de la Policía Judicial y Policía Científica de Elx accedieron al inmueble para inspeccionar la vivienda. Una vez arriba, los agentes hallaron el cuerpo del padre en una de las habitaciones junto a un charco de sangre. Asimismo, fuentes policiales confirmaron haber encontrado el arma del crimen en la vivienda. Posteriormente, la decana de guardia se personó en la casa para proceder al levantamiento del cadáver, autorizado por el Juzgado de Instrucción número 5 de Elx.

Los vecinos no recuerdan ruidos

Pasadas las 18 horas, los forenses retiraron el cuerpo del domicilio para proceder a la autopsia. Los agentes salieron de la vivienda con varios objetos procedentes del inmueble y también un perro, que se encontraba en el interior de la vivienda.Durante el tiempo que duró el registro y la inspección en el lugar de los hechos, también se personó el hijo menor del fallecido, tras conocer la noticia. Los vecinos próximos a la vivienda donde se produjo el parricidio aseguraron no haberse percatado de ningún ruido, ni conversación elevada.

Además, fuentes cercanas coincidieron en haber visto a la familia unida por el barrio y que nunca había escuchado ninguna pelea, aunque no descartaron que en ocasiones anteriores habían tenido algún tipo de problema derivada de la enfermedad del presunto agresor.