Tatiana se encontraba tranquilamente esperando el autobús, de pie, junto a la parada del número 1 de la avenida Francia de Valencia. Había acabado de trabajar limpiando en un domicilio de esta misma calle y se disponía a coger el transporte para regresar a casa, donde le aguardaba su hijo para comer. No obstante, pocos minutos después de las tres del mediodía un vehículo descontrolado invadía la acera, arrastrando a su paso las motocicletas que estaban estacionadas en la misma, y destrozaba por completo la marquesina de la parada. Alguno de los peatones logró saltar a tiempo pero esta mujer, de 42 años y nacionalidad ucraniana, fue arrollada por el coche y acabó empotrada contra la marquesina.
En un primer momento se temió por su vida. La mujer, inconsciente, tenía destrozada una pierna y presentaba varias fracturas por todo el cuerpo. Tras ser estabilizada por la ambulancia del SAMU fue trasladada de urgencia al Hospital Clínico, donde permaneció en la Unidad de Reanimación durante varios días. Ahora, diez días después del atropello, ya está fuera de peligro, aunque continúa ingresada en el citado centro médico. «Si llego a estar sentada me mata», confiesa a Levante-EMV la víctima tendida en la cama de su habitación a la espera de ser intervenida de nuevo.
El accidente se produjo el pasado 2 de octubre en la confluencia de la avenida Francia con el paseo de la Alameda. «El conductor iba haciendo adelantamientos bruscos», explica el hijo de la herida. «No se puede ir conduciendo así», criticó Vitali.
El conductor, un joven de 32 años, fue sometido a la pertinente prueba de alcoholemia, aunque dio negativo. Asimismo, tampoco mostró síntomas de ir bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Pese a ello, dada la gravedad del accidente y el relato de varios testigos, quienes explicaron que éste iba a gran velocidad y ya se había saltado previamente un semáforo, el grupo de Atestados de la Policía Local de Valencia está investigando las circunstancias del atropello por si son constitutivas de un posible delito de lesiones por imprudencia.
«Yo no sabía que esperar el autobús fuera tan peligroso», bromea Tatiana tratando de paliar así el dolor de las lesiones que todavía presenta. Tiene la pierna derecha totalmente destrozada y fracturas en la clavícula, la muñeca y el tobillo izquierdos.
El pasado 29 de junio se produjo otro accidente de gravedad en Valencia en el que un vehículo, en este caso una motocicleta, invadió la acera y arrolló una terraza dejando a su paso 17 heridos y una mujer de 71 años muerta. El motorista fue imputado ya que conducía a una velocidad de entre 78 y 107 kilómetros por hora.
