La Guardia Civil investiga una oleada de robos con violencia cometidos en viviendas de la localidad de l'Olleria y municipios colindantes. En las últimas semanas un grupo de encapuchados habría asaltado al menos cinco casas de campo de esta zona estando los dueños dentro, llegando a agredirlos en alguno de los casos, según ha podido saber Levante-EMV. Además los asaltantes maniatan a sus víctimas y las dejan encerradas para poder desvalijar el inmueble a su antojo antes de huir con su botín.
Uno de estos asaltos se produjo en una caseta situada en el camino Cairent de l'Olleria a principios de mes. Tres hombres con el rostro oculto con capuchas irrumpieron en la casa tras romper la valla de la parcela y forzar la puerta de acceso a la vivienda. En el interior se encontraba un hombre de 50 años y su mujer, a quienes los delincuentes golpearon y ataron con cinturones dejándolos encerrados en el cuarto de baño. Al parecer, los asaltantes se apoderaron de un botín de 7.000 euros en metálico, joyas y aparatos electrónicos.
En otro de los robos los encapuchados entraron de noche en un domicilio de la partida Llobero donde se encontraba un hombre y sus dos hijos menores de edad. En este caso en concreto únicamente agredieron al padre, mientras que a los niños los encerraron en una habitación de la casa para que no les molestaran.
Asimismo, en la partida Empedrat de l'Olleria en días posteriores se produjo un robo similar. Cuatro hombres, vestidos con ropas oscuras y la cara oculta tras unos pasamontañas, irrumpieron en una caseta de campo donde estaba durmiendo un matrimonio y su hija de siete años de edad. El hombre tuvo que ser atendido en el centro de salud del municipio de las lesiones que presentaba en el rostro.
En esta misma urbanización los delincuentes entraron en un chalé donde se encontraba una mujer de mediana edad. Aunque esta vez no llegaron a agredir a la moradora, los asaltantes la maniataron y la dejaron encerrada en el vestidor de su habitación durante toda la noche. La víctima, muerta de miedo, telefoneó a la Guardia Civil a la mañana siguiente, tras lograr desatarse.
