"Mira a la izquierda y a la derecha". Por mucho que desde bien pequeños se repita esta frase, sólo basta con observar durante unos minutos un paso de cebra para darse cuenta que esta lección no está del todo interiorizada. Contestar a un whatsapp por la calle, hablar por el móvil, escuchar música o revisar el correo electrónico, son algunas de las muchas distracciones tecnológicas que provocan que los peatones dejen de prestar atención al tráfico para focalizar su mirada en la pantalla.

Hace tan sólo dos días una joven fue arrollada por el tranvía en Moncada precisamente por mirar el móvil. Las distracciones tecnológicas han causado seis muertes de peatones y ciclistas en cuatro años en Valencia. A día de hoy la joven de 23 años y nacionalidad holandesa continúa grave en La Fe.

"Es muy peligroso pero no cuesta mucho mirar. Aunque vaya con el móvil siempre miro hacia los dos lados", explica Carolina Cano, estudiante de la Universitat de València. "Tienes que fijarte, pero por estar con el móvil o con la música te puede pasar", asegura.

Otra estudiante, Lorena Llaosa, comenta mientras espera el tranvía que "vamos pendientes de que la gente vaya pendiente de nosotros. Ya no nos cuidamos de nosotros mismos y además puedes provocar un accidente". "Vamos muy despistados por contestar a un whastapp que puede esperar", aconseja la joven.

Y aunque las normas se conozcan, los errores se repiten. "Acabo de cruzar con el móvil, pero siempre miro porque no me fío nada", comenta Josep Fernández. "Mi compañera acaba de cometer una imprudencia porque para cruzar las vías se ha agarrado a mí mirando el móvil, no se ha fijado si venía el tranvía y me ha hecho responsable a mí", cuenta Carla Poves. Ejemplos de imprudencias que pueden llegar a ser determinantes.