La Policía Nacional de Valencia ha detenido a un joven, que pese a sus 21 años ya ha hecho «méritos» para tener un amplio historial de robos.

A pesar de su juventud, los investigadores del cuerpo de seguridad le atribuyen la autoría de nada más y nada menos que 18 asaltos con fuerza a empresas, todos ellos en pocos meses, y más de una decena de ellos en tan sólo 30 días.

El botín total con el que se ha hecho este ladrón no es tan espectacular como el robo millonario de Paterna del que informó este diario ayer, en el que una banda, al parecer especializada, se hizo con una gran cantidad de joyas. Pero no deja de sorprender la capacidad del ahora arrestado para colarse en tantos negocios en tan poco tiempo, burlando medidas de seguridad y los sistemas de grabación de vídeo. En este caso, el hábil ladrón se hacía con todo aquello que podía ser luego vendido. Desde 2.000 bollitos de chocolate, a televisiones, cámaras de vídeo, tabletas, gafas, botes de pintura, equipos de gps...

Su modus operandi era muy sencillo, pero también muy «productivo» para su objetivo. Y todo apunta a que siempre actuaba sólo. Los hechos comenzaron en verano y el joven estuvo actuando hasta hace poco.

Oleada de asaltos

Las investigaciones comenzaron cuando los agentes de la Policía Nacional tuvieron conocimiento de que en un polígono industrial del municipio de Torrent había un gran número de naves industriales que habían sufrido una oleada de robos. El tipo de asaltos y la proximidad de los negocios afectados apuntaban a que se podría tratar de una banda o de una misma persona. El ladrón de 21 años siempre lograba colarse en las naves industriales mediante el método «rififí». Esta forma de robo se lleva a cabo trepando la fachada del edificio y posteriormente haciendo un agujero en el tejado.

Una vez perforado el techo, se introducía en las naves industriales de Torrent. Además, al parecer aprovechaba que al haber varias naves colindantes podía efectuar varios robos en la misma noche.

Antes de asaltar una de las naves del polígono, el joven controlaba el horario de cierre de cada uno de los negocios para saber cuál sería el momento en el que no habría vigilancia.

Asimismo, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, el joven también se preocupaba de localizar los sistemas de grabación con los que contaban las instalaciones y en algunos casos incluso los destrozaba.

Intenta huir de una patrulla

Si bien su destreza para el robo le había dado frutos, un simple descuido ayudó a su detención. No fue de hecho arrestado con las manos en la masa. Unos agentes de la Policía Local de Torrent que se encontraban realizando labores de patrulla en el municipio vieron que un joven que iba por la calle escondía algo entre los brazos y además al ver el coche policial intentaba pasar desapercibido y trató de escabullirse. Pero los policías le localizaron y detuvieron.

Desde bollería a tecnología

Así, la Policía Nacional de la UDEV comprobó mediante sus investigaciones que el arrestado era el ladrón que estaban buscando y le atribuyen 18 robos, en los cuales se llevaba desde lingotes de latón hasta 2.000 bollitos de chocolate.

En el registro de sus vivienda en el mismo municipio, los investigadores encontraron entre otros objetos, 40 básculas, accesorios de coche, un volante deportivo, microscopios, televisores, bombillas, varios gps, equipos de transmisiones, tablets, taladros, botes de pintura, cámaras de vídeo, DVDs, material de oficina...en definitiva, un variado lote de productos que posteriormente podía vender de manera ilegal.

El detenido, que a sus 21 años ya contaba con antecedentes policiales, fue puesto en libertad tras pasar a disposición judicial.