Se da la circunstancia de que no era la primera vez que robaban en esta casa, propiedad de la familia de los arrestados, que quería conseguir que el inquilino de la misma se fuera.

Según informaron fuentes policiales, el inquilino denunció haber sufrido un robo con fuerza en su domicilio y manifestó que sospechaba de un hombre que había sido detenido ya antes también por robar en su casa. Tras la denuncia, y de madrugada, llegaron a su domicilio varias personas armadas con palos y navajas para advertirle de que no denunciase a esa persona porque de lo contrario le matarían. Llegaron, incluso a forzar la puerta de la vivienda y golpearle en la cara. Después le sustrajeron la furgoneta que tenía aparcada.

Los agentes averiguaron la identidad de los dos presuntos responsables del robo y comprobaron que la vivienda era propiedad de la familia de los mismo y estaba alquilada a la víctima. La familia quería que el inquilino se fuese y, al parecer, esa era la razón por la que cometían los robos.