El juzgado de Instrucción número cuatro de Llíria, competente en materia de violencia sobre la mujer, ha acordado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del hombre arrestado por matar a tiros a su expareja y a la madre de ésta el pasado domingo en plena calle de Llíria, en presencia del hijo de ambos, de apenas tres años.

A Leonardo M. C., de 41 años y nacionalidad española, se le ha abierto una causa por la muerte violenta de su expareja, Elvira, de 46 años, y la madre de la mujer, Magdalena, de 67. Será en calificación posterior cuando se decida si se le imputan los delitos de asesinato u homicidio, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). Asimismo, fuentes judiciales explicaron que también se le acusa de tenencia ilícita de armas y quebrantamiento de orden de alejamiento en vigor.

Para evitar posibles incidentes con la familia de las víctimas, la Guardia Civil había establecido un cordón policial de seguridad desde buena mañana con agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de Valencia. No obstante, la salida del acusado de los juzgados, a las 13.15 horas se ha producido sin altercados y solamente se han escuchado gritos de «asesino», más como desahogo, y clamando Justicia por parte de la familia de las fallecidas, que en todo momento ha mostrado una actitud ejemplar ante el duro golpe sufrido.

El presunto asesino fue arrestado apenas seis horas después de cometer sus crímenes tras entregarse voluntariamente a la Guardia Civil a las puertas del Hospital General de Valencia. El detenido, de 41 años y nacionalidad española, y que se había ocultado en el barrio de la Fuensanta, donde residen sus familiares, prefirió entregarse antes de convertir lo ocurrido en una vendetta personal entre ambas familias.

El acusado de dos delitos de asesinato tiene varios antecedentes violentos, entre ellos una condena de tres años de internamiento en un centro psiquiátrico por apuñalar en septiembre del 2000 al vigilante de una discoteca de Valencia. En su momento la Audiencia estimó que padecía esquizofrenia, aunque las fuentes consultadas por este periódico aseguran que jamás ha mostrado síntomas de enfermedad mental alguna y que simplemente se trata de una persona «muy violenta».

«Es mentira que está loco, ¿a quién quiere engañar? El sabía muy bien lo que hacía cuando las mató, lo tenía planeado», aseguraron fuentes de la familia de las fallecidas. Respecto a que el móvil del crimen sea la custodia del hijo común de ambos, de tres años, la familia niega que ella quisiera arrebatarle al niño y que le dejaba verlo siempre que quería. Realmente, y como se repite una y otra vez en este tipo de crímenes machistas, el móvil es siempre el mismo: «O eres mía o de nadie». Así lo aseveran amigas de Elvira, a quienes reconoció que apenas dos días antes de ser asesinada su marido le amenazó con matarla a ella y a su madre si no volvía junto a él.