La brutalidad de la violencia machista se hizo de nuevo realidad ayer por la tarde en plena calle de Llíria. Allí un hombre de 40 años mató de varios disparos a bocajarro a su exmujer y a la madre de esta. El maltratador, Leandro M. C., no tuvo miramiento alguno en que el hijo que ambos tenían en común, de tres años de edad, estuviera presente.

Fuentes de toda solvencia conocedoras del caso indicaron a este periódico que el asesino se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia pasadas las 23.00 horas junto a su abogado.

Con este nuevo caso, ascienden a diez las mujeres asesinadas a manos de sus maridos o exparejas en los que va de año en la C. Valenciana, lo que la convierte en la autonomía con más víctimas mortales.

Según confirmaron fuentes del Ayuntamiento de Llíria, había denuncias previas de maltrato contra el agresor, y había una orden de alejamiento. La víctima vivía en el municipio, pero su presunto asesino no, y parece ser que tenía su domicilio en Valencia.

A plena luz del día

Los hechos ocurrieron sobre las 17.00 horas de la tarde, a la altura del número 18 de la calle Valencia. Al parecer el hombre siguió a las dos víctimas, que iban con el pequeño en un carrito. En ese momento, el agresor en plena calle disparó un tiro a ambas mujeres con un arma de fuego en plena calle y al parecer huyó del lugar en un vehículo. El niño se quedó a solas y fue encontrado lejos del lugar en aparente estado de «shock».

El momento y el lugar en el que se produjo el asesinato provocó que rápidamente la calle se llenase de vecinos que se interesaban por saber qué había pasado. Uno de los cuerpos quedó tendido en plena calle y la otra mujer estaba en una esquina, cerca del carrito de bebé, y se desconoce si esta distancia se dio debido a que una de ellas trató de escapar.

Una de las personas que estaban en la calle observando el dispositivo de seguridad, Cristina, de nacionalidad rumana, explicaba al diario que se encontraba cerca del lugar de los hechos y que fue solicitada para ver si podía comunicarse con el niño, puesto que en un primer momento se pensaba que ambas víctimas eran ciudadanas de etnia gitana del este de Europa. No era así, y por lo tanto el niño no respondía a la mujer, según ella misma relataba. Asimismo, comentó que la Policía Local fue quien rápidamente custodió al niño, y los sanitarios le taparon con abrigo y le atendieron. Según fuentes de la Generalitat, un equipo de atención psicológica estuvo en el lugar apoyando al menor. Posteriormente, el pequeño pasó a cargo de los agentes de la Guardia Civil, quienes se han hecho cargo de las investigaciones.

La Guardia Civil acudió rápidamente hasta el lugar del doble homicidio y acordonó un amplio perímetro que obligó a desviar el tráfico en la zona. Las labores de los investigadores se prolongaron durante horas y a última hora de la tarde todavía no se habían podido realizar los levantamientos de los cadáveres.

El alcalde socialista, Manolo Civera, expresó a EFE su «indignación y rabia» por este asesinato y afirmó que tras la gran marcha contra la violencia machista celebrada en Madrid el sábado «la consternación es dura de digerir». Así, desde el ayuntamiento anunciaron que hoy se celebrará un pleno extraordinario de repulsa y una concentración a las 12 horas. El Partido Popular de Llíria también condenó «rotundamente» el asesinato.