El crimen machista del pasado domingo en Llíria no se ha cobrado solo dos víctimas, hay una tercera que no pasara a englobar las estadísticas de esta lacra, pero que igualmente ha visto truncada su corta vida con un trauma que difícilmente podrá superar. Se trata del hijo, de apenas tres años, del matrimonio. Sus inocentes ojos fueron testigos del asesinato de su madre y su abuela a manos de su propio padre sin que ni tan siquiera hayan podido aún asimilar lo ocurrido.

«¿Y mi mamá, cuando viene?», le preguntó inocentemente a una funcionaria del Ayuntamiento de Llíria que se hizo cargo de él junto con los servicios sociales durante tres horas después de ser localizado por una vecina que lo encontró deambulando por la calle poco después de salir corriendo atemorizado por las detonaciones.

Según explicó esta cuidadora en un corrillo en el que se encontraban amigas de la fallecida y periodistas, el menor no es consciente realmente de lo que ha pasado. «Es un niño muy dulce y cariñoso, se ve que estaba bien educado», apuntaba. «Se puso acostadito sobre mi hombro como si no hubiera pasado nada», recuerda, a la vez que confiesa que esa noche no pudo conciliar el sueño.

Mediante vídeos de dibujos de «Peppa Pig» y «Calliou» la trabajadora trató de hacer más llevadero al menor esas primeras horas tras la tragedia. «Le he regalado un xilófono y hemos estado pintando. La verdad es que estaba bastante tranquilo», reconocía a unas amigas de la fallecida.

A las nueve de la noche su tío materno acudió a por él y se hizo cargo del pequeño mientras se determina desde la Conselleria de Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas la guarda y custodia del menor. Todo indica que será uno de los dos hermanos de la madre e hijos a su vez de la otra fallecida quienes asumirán su tutela, ya que el abuelo materno se encuentra delicado de salud.

Por su parte, el Ayuntamiento de Llíria quiso aclarar ayer que dichas declaraciones no fueron realizadas por la trabajadora social y desconocen de dónde han salido. Así remarcaron que desde el departamento de Bienestar Social «son muy escrupulosos en preservar la intimidad y la protección datos, así como en la confidencialidad de las personas que se atienden, y mucho más en un caso tan delicado como este». «En el mismo hay grandes profesionales para los que estas cuestiones son fundamentales para ellos y las aplican en su máxima expresión», aseguró la edil de Bienestar Social, Vallivana Murgui.

Mayor concienciación

Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, también indicó que el menor, que presenció lo ocurrido, quedó «aturdido» y tuvo que ser atendido por las personas que se encontraban en el lugar de los hechos. Moragues lanzó un mensaje de «concienciación y sensibilización» ante lo sucedido porque se trata de la decima víctima por violencia machista en lo que llevamos de años en la Comunitat. «La violencia de género está a nuestro alrededor y tenemos que actuar de forma contundente y firme contra esta lacra social», concluyó el delegado del Gobierno.