Un grupo de pescadores de Castelló aceptó ayer una pena de tres años de prisión por haber participado en el transporte de un alijo de dos toneladas y media de hachís desde Marruecos a su provincia y que se planificó desde Dénia. El juicio se cerró ayer con una conformidad en la Audiencia de Alicante con diez de los doce acusados en el banquillo. Dos de los procesados, que eran presuntos autores intelectuales del envío estaban en paradero desconocido. Sin embargo, el tercero de los presuntos cerebros, que estaba en paradero desconocido, se presentó ayer por sorpresa en el juicio y se conformó con una pena cuatro años y un mes de cárcel.

La operación se remonta a noviembre de 2009 cuando este último acusado alquiló una embarcación recreativa en el puerto de Dénia para recoger en alta mar el alijo. Los fardos fueron trasvasados al pesquero de arrastre con el que pretendían introducirlo en el Puerto de Castellón. El cabecilla estaba bajo sospecha ya que un año atrás alquiló otra embarcación en Dénia y cuando la devolvió olía a hachís.