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Tribunales

El acusado de asesinar a su hijastra en Macastre niega ante la jueza su implicación

Omar P. repite lo que declaró por videoconferencia desde Colombia e inculpa a un cuarto sospechoso

El acusado de asesinar a su hijastra en Macastre niega ante la jueza su implicación

Siete años después de ser brutalmente asesinada y enterrada en un inhóspito paraje de Macastre, la muerte de la joven Leidy Vanessa, de 17 años, sigue sin culpables. Los tres imputados en la causa, entre los que se encuentra su padrastro, están en libertad con cargos y un cuarto sospechoso permanece en paradero desconocido mientras la fase de instrucción continúa abierta en busca de pruebas que permitan llevar ante la Justicia a los asesinos de la adolescente, cuyo cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición y con el cráneo destrozado el 20 de septiembre de 2008.

El padrastro de la joven, presunto autor material del crimen, declaró ayer nuevamente ante la jueza de Instrucción número tres de Requena después de ser extraditado desde Colombia, donde se encontraba cumpliendo condena por un delito de tráfico de drogas. El acusado se ratificó en sus dos declaraciones anteriores, en las que negó rotundamente cualquier implicación en el asesinato de Leidy Vanessa. «La quería como a una hija, la he criado desde que era un bebé», aseguró en su día mediante videoconferencia.

Fue él precisamente quien inculpó a la persona que permanece huida y que en un primer momento le sirvió de coartada. Asimismo, insistió en que desde que tuvo conocimiento de que la policía lo había relacionado con el crimen de su hijastra, «siempre ha tenido voluntad de ponerse a disposición de las autoridades judiciales», pero que en un primer momento no pudo hacerlo al encontrarse preso en Colombia por un delito contra la salud pública.

No obstante, las investigaciones del grupo de Homicidios de la Policía Nacional apuntan directamente hacia él como autor material del crimen de la adolescente. Del mismo modo, aunque la autopsia no pudo establecer si la menor había sido violada dado el deteriorado estado del cadáver, se sospecha que el móvil del crimen fue sexual. En este sentido algunos testigos del entorno de la familia manifestaron en su día que Omar «sentía una atracción enfermiza por la adolescente». Asimismo, uno de los otros dos imputados lo implicó asegurando que «les había pagado 1.500 euros por enterrar un bulto». Sin embargo, posteriormente el acusado se retractó en un careo por videoconferencia.

La menor desapareció sin dejar rastro el 1 de junio de 2008. Ese día tenía que ir a comer a casa de una amiga en el barrio valenciano de Orriols tras salir del instituto, pero jamás llegó a esa comida. Su cadáver fue hallado tres meses después enterrado en una fosa improvisada de un paraje de Macastre. Tenía la cabeza destrozada tras ser golpeada «con un objeto contundente y sin filo». El cotejo con el ADN de su madre permitió su identificación en 2010, como informó en exclusiva Levante-EMV.

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