Adrián Pérez Roselló cumplió los 30 años postrado en una cama de la unidad de Reanimación del Hospital La Fe en estado de coma. Ese fue el último cumpleaños de su corta vida. Apenas unos días después, el 18 de marzo de 2014, el joven fallecía como consecuencia de las graves lesiones cerebrales sufridas tras una brutal paliza en las inmediaciones de un local de ocio de Albal. El presunto autor del crimen se enfrenta ahora a una posible pena de 16 años de prisión por un delito de asesinato, según el escrito de calificación del Ministerio Fiscal.
El acusado, de 28 años, aprovechó sus «nociones de jiu-jitsu y boxeo» durante un enfrentamiento con su víctima, el 9 de marzo del pasado año, después de ser expulsado de una fiesta de cumpleaños en un local privado, al que ambos habían acudido como invitados. Así, según consta en el escrito del fiscal, «se colocó a horcajadas sobre el cuerpo del joven, y cuando éste ya se hallaba inconsciente a causa de los golpes previamente recibidos, siguió golpeándole con sus puños y estampando su cabeza contra el suelo».
Fue captado por una cámara
La brutal agresión, que a la postre le costaría la vida al joven, fue captada por una cámara de seguridad de una nave próxima situada en este polígono industrial a las afueras de Albal, tal y como informó en su día Levante-EMV. Dicha prueba y las declaraciones de varios testigos que vieron alejarse del lugar al presunto agresor, al percatarse éste de su presencia, llevaron a los investigadores de la Guardia Civil de Alfafar hasta el presunto homicida, quien ingresó en prisión provisional.
La Fiscalía considera que dichos hechos son constitutivos de un delito de asesinato, aunque contempla la atenuante análoga de intoxicación etílica semiplena. De hecho, en su escrito hace alusión a que la fiesta de cumpleaños en la que ambos estaban como invitados comenzó a las 21.00 horas del día anterior, y que cuando se produce la agresión, en torno a las 14.40 horas del día siguiente, el acusado llevaba toda la noche sin dormir tras consumir bebidas alcohólicas.
No obstante, «no se ha podido determinar con exactitud ni la composición ni la cuantía de tal ingesta, la cual no pudo dejar de disminuir su capacidad para calibrar el alcance de sus actos y para comprenderlos, sin que pueda establecerse hasta qué punto llegó tal disminución», explica el fiscal en su escrito.
Por estos hechos, ocurridos el 9 de marzo de 2014 en la avenida Padre Carlos Ferris de Albal, la Fiscalía solicita para el acusado una pena de 16 años de prisión por un delito de asesinato. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil el acusado debería indemnizar a los padres del fallecido con 150.000 euros y a la Generalitat con 8.990 por los días que permaneció hospitalizado hasta que el 18 de marzo murió como consecuencia del grave traumatismo craneoencefálico producto de la paliza recibida.
