«Al principio pensé que se trataba de una broma. Le dije: '¿estás de coña, no?' Pero cuando me puso el cuchillo en el estómago, vi que iba en serio». Así cuenta una empleada de un bingo de Valencia el atraco que sufrió ayer por la mañana, a plena luz del día y a punta de arma blanca, cuando el asaltante consiguió llevarse 1.000 euros de la caja.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 10.30 horas en la calle Jeroni Monsoriu, en el barrio de Aiora. Según relata la joven que sufrió el ataque, un hombre entró con un gorro de lana negro, una braga subida hasta la nariz y unas gafas de sol muy opacas, todo del mismo color. «No se le veía la cara. Solo me gritaba: "¡La caja, la caja!?», relata la víctima.

Sola con un cliente, que huyó

Al principio, la mujer no supo cómo reaccionar. «Después me puso el cuchillo en el costado, un cuchillo de cocina, y le dí lo que teníamos en ese momento en la caja, unos 1.000 euros», narra la afectada, aún presa de los nervios. No en vano, es la primera vez que vive un suceso así. Lleva pocos meses trabajando como empleada de un bingo, en concreto, tres.

«Sé que estas cosas pasan, pero cuando te ocurre a ti te crees que es mentira. Cuando me ha acercado el cuchillo pensaba que me lo clavaba», señala la joven.

En el momento del atraco había poca gente en el establecimiento de ocio. «Estaba yo sola en ese momento porque mi compañero había ido al otro mostrador. Solo había un cliente, que en cuanto le vio entrar y empezar a pedir la caja, salió corriendo». Tras conseguir su botín, el asaltante huyó. «Ni siquiera pude ver hacia dónde se dirigía, porque salió por el pasillo, que es oscuro y largo», añadió.