Un hombre con antecedentes violentos mantuvo en jaque a la policía ayer por la tarde tras atrincherarse durante casi cuatro horas en su domicilio, situado en la calle Mateu i Sanç de Valencia, junto a su madre, a quien tenía retenida bajo amenazas de muerte. El presunto agresor, que podría padecer algún tipo de trastorno mental, iba armado con dos cuchillos de cocina, que esgrimió en todo momento intimidando con acabar con la vida de su madre si los agentes trataban de acceder al interior de la vivienda.

Finalmente la policía Nacional logró reducir al sospechoso tras una ardua negociación. La víctima y madre de éste, de 80 años, fue trasladada al hospital, aunque no presentaba lesiones de gravedad. Asimismo el detenido, acusado de atentado a agente de la autoridad, también fue atendido por una ambulancia del SAMU y evacuado al centro hospitalario.

Acuchilló a un policía hace años

El hombre que se atrincheró ayer por la tarde durante casi cuatro horas y que amenazaba con matar a su madre ya protagonizó hace años otro incidente violento en este mismo domicilio. En aquella ocasión el ahora detenido acuchilló a un policía local de Valencia nada más abrir la puerta de la vivienda. El agente sufrió lesiones graves y tuvo que dejar su trabajo.

Esta vez los hechos, por suerte, no han llegado a tanto y no hay que lamentar heridos. Todo comenzó en torno a las cinco de la tarde de ayer cuando agentes de la Policía Local de Valencia acudieron a la vivienda, situada en la calle Mateu i Sanç, acompañados de la hermana del sospechoso, quien había alertado a la policía ya que iba a llevar a su madre al médico y su hermano se negaba a abrirle. Con una llave facilitada por la hija de la víctima los agentes accedieron al interior del inmueble. No obstante, el hijo de la mujer les recibió de forma violenta esgrimiendo dos cuchillos en ambas manos. Con uno amenazaba el cuello de su progenitora y con el otro trataba que los policías no se le acercaran.

Dado el riesgo que suponía para la víctima los agentes se vieron en la obligación de abandonar la vivienda y alertaron a la Policía Nacional. Rápidamente numerosas patrullas de dicho cuerpo y varias dotaciones de la UIP (Unidad de Intervención Policial) acudieron al lugar y acordonaron las calles adyacentes al domicilio mientras el negociador de GOES mediaba para que depusiera su actitud.