La Guardia Civil ha desmantelado una fábrica clandestina de puros caliqueños en una casa deshabitada en Valencia y ha intervenido 1.700 unidades y 34,5 kilos de picadura de tabaco, según fuentes del Instituto Armado. En la operación, conocida como «Caliqueño», los agentes levantaron un acta-denuncia a un hombre de 63 años y de nacionalidad española como presunto autor de una infracción a la Ley de Reprensión del Contrabando.

La Guardia Civil venía investigando la posibilidad de que en una casa antigua deshabitada de la localidad de Valencia se estuviera elaborando, distribuyendo y vendiendo puros.

Fruto de las pesquisas obtenidas se pudo comprobar que una persona de 63 años y nacionalidad española se dedicaba a la elaboración, distribución y venta de estos puros.

Esta persona compraba la hoja de tabaco en una localidad de Granada. Una vez en Valencia la trasladaba a una casa deshabitada donde la utilizaba como fábrica clandestina, donde realizaba el proceso de tratado de la hoja y elaboraba los puros que mas tarde distribuía en paquetes para los establecimientos públicos de la comunidad y alrededores.

La casa estaba distribuida en varias zonas donde tenía una mesa de trabajo, una zona de secado, y la zona donde se encontraba el horno y las pilas de lavado. Tras las inspección realizada a la fábrica clandestina, los agentes se incautaron de 1.708 puros y 34,5 kilos de tabaco picado.