La violencia machista golpea silenciosa pero diariamente la Comunitat Valenciana. Uno de estos lamentablemente repetidos episodios cotidianos tuvo lugar la semana pasada en Paterna, cuando un hombre agredió a su mujer propinándole un puñetazo en el pecho durante una discusión en la vivienda que ambos compartían.

El presunto agresor, un hombre de 63 años, fue detenido por agentes de la Policía Nacional acusado de un delito de malos tratos en el ámbito familiar y otro de tenencia ilícita de armas. Y es que los policías le encontraron escondido en su piso junto a una escopeta recortada.

Los hechos ocurrieron el pasado día 30 de diciembre en dicha localidad de l´Horta. Al parecer, la mujer logró zafarse de su agresor tras pegarle éste un puñetazo en el pecho: pudo bajar a la calle y alertar al vecindario y a la policía. Cuando los agentes llegaron a la zona requerida, la víctima se encontraba en un evidente estado de nerviosismo. No en vano, su marido y presunto agresor iba armado con una escopeta de caza (con dos cartuchos) y se había quedado en el interior de la vivienda.

Tras tomar las medidas de seguridad necesarias y en alerta, los policías entraron en la casa en busca del hombre. Lo encontraron escondido en el interior del dormitorio principal del piso, con su escopeta a mano, encima de la almohada de la cama. Según informaron fuentes conocedoras de los hechos, el presunto agresor contaba con los permisos pertinentes, pero le había realizado ciertas modificaciones fuera de la legalidad, por lo que fue detenido por ambos delitos.

Un municipio marcado por la lacra

Paterna ya sufrió hace apenas un año un grave episodio de violencia machista, cuando un hombre asesinó a su mujer a tiros de su escopeta de caza y después se suicidó. La víctima, una mujer de 37 años, era madre de una niña de seis años y estaba en trámites de separación cuando su expareja terminó con su vida.