Diez minutos. Ese es el escaso tiempo que le duró ayer el botín a un atracador que asaltó a la clienta de una farmacia del Cabanyal y fue interceptado cuando apenas había recorrido 200 metros en su huida por un policía nacional fuera de servicio. Sucedió sobre las 11.45 horas de ayer en una farmacia de la calle Escalante, en la que el hombre entró esgrimiendo un cuchillo de cocina.

Antes de que la empleada pudiera reaccionar, amenazó a una clienta «de unos 60 años y le quitó la cartera, tras lo cual salió corriendo», explicó a Levante-EMV un testigo de los hechos.

La empleada de la farmacia salió tras él y entró en un bar próximo para pedir ayuda, con la fortuna de que en el interior se encontraba en ese momento un policía fuera de servicio. El agente no lo dudó. Salió corriendo tras el fugitivo y lo placó tras darle alcance a unos 200 metros. Enseguida llegaron otros dos policías en un coche patrulla, que le ayudaron y se hicieron cargo del presunto atracador y recuperaron la cartera.

El testigo relató a este diario que «era un hombre de mediana edad, con la cara cubierta con una braga y que por la forma de hablar parecía español».