Un empresario que regenta un establecimiento en Valencia fue detenido por la Policía Nacional por participar en una red estatal que defraudó más de un millón de euros mediante el uso de tarjetas bancarias clonadas.

La trama lograba previamente los datos bancarios de víctimas de EEUU y China y fabricaba con ellos tarjetas falsas para gastar el dinero en viajes o realizar compras falsas para las que contaban con una red de negocios que colaboraban prestando sus datáfonos a cambio de una comisión de entre el 10% y el 20%

La investigación arrancó hace un año en Madrid, donde un grupo de personas de nacionalidad nigeriana estaba al parecer haciendo uso de tarjetas fraudulentas. Según averiguaron los policías, los datos para la fabricación de tarjetas eran comprados a hackers en internet o facilitados por compatriotas de los criminales que residían en el extranjero.

Después registraban la información en las bandas magnéticas de las tarjetas falsas que fabricaban en tres laboratorios situados en Madrid, donde los agentes encontraron ordenadores, impresoras y tarjetas en blanco. También contaban con un «equipo portátil» para hacer tarjetas en cualquier momento y lugar con las que podían pagar estancias en hoteles.

Empresa en internet

Asimismo, los arrestados contaban con una red de comercios colaboradores en toda España que pasaban las tarjetas por los datáfonos para realizar falsas compras; así como ayuda de otras personas que colocaban en el mercado negro productos comprados ilegalmente o que o sacaban dinero en cajeros.

Del mismo modo, la trama llegó a crear una agencia de viajes virtual donde compraban por internet billetes de avión y tren de los que disfrutaban, además de estancias en hoteles. Con este sitio web lograron estafar unos 50.000 euros, según las estimaciones de los investigadores de la Policía Nacional.

Pero la mayor parte del dinero defraudado, un total de 1.100.000 euros, se llevó a cabo con los datáfonos en negocios de toda España mediante el uso de unas 800 tarjetas clonadas.

La policía detuvo a 27 empresarios, uno de ellos en Valencia, 19 en Madrid, tres en Sevilla, dos en Albacete, uno en León y otro en Barcelona; casi todos ellos del sector de la hostelería, que participaban de la trama para lograr un beneficio económico.

Asimismo, una vez que los investigadores identificaron a los miembros del grupo criminal, se llevó a cabo la detención de otras 23 personas „de nacionalidades nigeriana, dominicana, guineana, polaca, pakistaní y española„ y se realizaron un total de 13 registros domiciliarios en diferentes localidades de la Comunidad de Madrid. Así, se registraron viviendas en la capital madrileña y en los municipios de Parla, Fuenlabrada, Torrejón de Ardoz, Móstoles y Azuqueca de Henares.

En estos registros los policías se incautaron de hasta 12.770 euros en efectivo, 80 teléfonos, 32 tarjetas SIM, documentación falsa y objetos adquiridos de forma ilegal.