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Asesinato

"El otro día pensaba si en la montaña estará parte del cuerpo de mi madre"

Este año se cumple un lustro de la desaparición de la mujer asesinada y descuartizada en Albalat

"El otro día pensaba si en la montaña estará parte del cuerpo de mi madre"

«El otro día fui a casa de mi madre y mirando las montañas me pregunté si allí habría parte del cuerpo de mi madre». Estas duras y crudas palabras son de Raquel, una de las hijas de María Luisa Reig, que en 2011 fue asesinada y descuartizada en su casa, en la urbanización Corran Nuevo de Albalat dels Tarongers. Los agentes de la Guardia Civil tan sólo encontraron parte del cráneo y un omóplato totalmente calcinados en la parte de abajo de la casa, donde se produjo un incendio intencionado.

Así, en junio se cumplirán cinco años de este brutal asesinato, cuya causa fue archivada el año pasado. Son cinco años sin rastro del cadáver, en los que la familia, como insisten, ha pensado «cada día en ella». Un mes después del crimen los investigadores detuvieron al hijo de María Luisa y a su exnovio como presuntos autores del homicidio y descuartizamiento del cuerpo, pero finalmente fueron puestos en libertad.

«Era una madre, hermana, tía, abuela...y para esta familia la vida sigue paralizada», señala a Levante-EMV su hija Raquel. «Sí, un trozo de cráneo y de omóplato están en Madrid. ¿Y el resto?», insistía la familiar. «Sólo quiero el cuerpo de mi madre para poder decir que está en un sitio descansando. Ya lo que pase después con quien sea... me da igual si va a la cárcel o no», lamentaba Raquel, mostrando su cansancio e impotencia tras cinco años de sufrimiento.

«¿Qué más puedo hacer?», se preguntaba la hija de la víctima, quien recordaba cómo lograron reabrir la causa en 2013, tras aceptarse para la investigación una paliza brutal a María Luisa por la que había sido denunciado su exnovio. La mujer había llegado a estar varios días en coma tras recibir varios golpes en la cabeza.

Fue una pequeña victoria de la familia contra uno de los sospechosos. Pero no fue suficiente, y de nuevo el caso se archivó en abril de 2015. «Dábamos un paso para adelante y siete par atrás», lamenta Raquel, quien asegura que no cuentan con recursos económicos suficientes para los servicios de un abogado.

Incendio en la casa

En la madrugada del 1 de junio de 2011, María Luisa salió de casa de su hermana en Port de Sagunt para dirigirse a su vivienda de Albalat. Fue la última vez que fue vista con vida. La familia supo a la mañana siguiente por el aviso de un vecino que había ocurrido un incendio en el sótano. Se buscó por todos sitios a la mujer hasta que el 4 de julio la Guardia Civil determinó que había sido asesinada y que los dos restos óseos hallados en el sótano pertenecían a María Luisa. Tanto su hijo como el exnovio de su madre fueron detenidos.

Las principales pistas para acusarles eran una llamada intervenida del hijo diciendo que su madre había sido descuartizada, cuando esa circunstancia era solo conocida por los investigadores. Asimismo, el exnovio había asegurado que esa noche estaba en su casa, versión muy diferente a la intervenida por los agentes a un testigo que había comentado por teléfono a una amiga que habían llegado casi al alba a casa.

Ese mismo testigo había asegurado a los agentes que había visto a ambos quemando «un hueso largo» en una hoguera.Ambos pasaron cuatro meses en prisión, si bien fueron puestos en libertad.

La familia insiste en que no se controló el acceso a la vivienda en las primeras 24 horas y que su hijo mayor pudo llevarse pruebas.

Raquel no duda en acusarles de ser los autores. «Cuando estábamos buscando a mi madre mi hermano estaba cantando y comiendo fruta. Sólo pensaba en heredar la casa», sentencia.

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