­La Guardia Civil detuvo ayer de madrugada a Warren L., británico de 50 años, tras matar a su mujer, Lisa Jane L., inglesa de 49, estrangulándola con el cable del cargador de un teléfono móvil en el interior de su domicilio en Calvià, Mallorca. El propio homicida, que lleva residiendo en la isla desde hace unos diez años, confesó los hechos y se entregó a los investigadores después de llamar al 112 a las tres de la mañana para relatar que acababa de matar a su esposa y que lo sentía mucho.

Cuando los agentes y sanitarios llegaron a su casa, hallaron a la víctima ya sin vida tumbada sobre el sofá. Todos los esfuerzos para reanimarla resultaron infructuosos.

La Guardia Civil investiga las circunstancias en las que se produjo el crimen. El matrimonio británico se hallaba ebrio y pudo discutir. Policialmente, el caso está resuelto tras el arresto y confesión por parte del sospechoso, quien ayer prestó declaración. No constan denuncias previas por maltrato y Warren L. carece de antecedentes por episodios de violencia doméstica en España.

Ayer se practicó la autopsia a la fallecida, que confirmó su muerte violenta por asfixia por estrangulamiento. Cuando los policías y el equipo médico accedieron al inmueble, se percataron de que la mujer presentaba marcas significativas en el cuello que apuntaban a que podía haber sido estrangulada. De hecho, el detenido admitió que la estranguló con el cable del cargador de un teléfono móvil. Su versión era compatible con las lesiones que presentaba la víctima, según comprobaron luego los agentes y el forense.

Con este caso, son ya siete las mujeres asesinadas a manos de sus maridos o exparejas en lo que va de año. Hasta la fecha se han registrado asesinatos en Madrid, Guadalajara, Badajoz, Toledo, Tarragona y el ocurrido esta semana en Valencia.