El servicio de Aduanas y la Secretaría de la Marina Armada (Semar) de Méjico han confiscado 48 toneladas de cocaína mezclada con arena que una organización de narcotraficantes pretendía hacer llegar a Valencia y que habían sido cargados en el puerto ecuatoriano de Guayaquil. De momento, las autoridades mejicanas no han logrado establecer a quién pertenecía el cargamento, por lo que no se han producido detenciones.

El decomiso fue anunciado a principios de esta semana y los especialistas de Aduanas del país centroamericano aún no han logrado determinar qué proporción de cocaína había en la arena, que iba a ser recuperada mediante un sistema de cribado mecánico una vez hubiese llegado al almacén al que pretendía ser trasladada desde el puerto de Valencia.

Según la información facilitada por la Marina Armada de Méjico, la droga estaba distribuida en 1.920 sacos de 25 kilos cada uno, atados con cuerdas y amontonados, sin palés, en dos contenedores, con el fin de entorpecer al máximo una posible inspección rutinaria por parte del servicio de Aduanas.

Los dos contenedores habían sido cargados en Guayaquil (Ecuador) a bordo del portacontenedores «CMA CGM Ganges», y fueron descargados en el puerto de Manzanillo, en Colima, en el sur de la costa mejicana del Pacífico, ya que el buque continuaba su ruta hacia Ensenada, en la Baja California mejicana, antes de cruzar el Pacífico rumbo al puerto japonés de Yokohama, al sur de la capital nipona, Tokio.

De no haberse producido la intervención policial en Méjico, los contenedores iban a ser cargados en un segundo barco que debía seguir la ruta hacia Europa tras atravesar el canal de Panamá.

Un puerto muy utilizado

Según las autoridades del país centroamericano, la droga fue descubierta en una inspección rutinaria, cuya frecuencia ha crecido en los últimos meses, ya que el puerto de Manzanillo es uno de los más grandes de Méjico y ha sido utilizado con frecuencia por los cárteles del narcotráfico para introducir en ese país grandes cargamentos de cocaína desde Suramérica. Algunos de ellos son reenviados por carretera hacia Estados Unidos y otros viajan por vía marítima hacia Europa, especialmente hacia España.

Tras someter a un análisis sobre el terreno la sustancia que iba mezclada con la arena, los reactivos dieron positivo a cocaína, así que los funcionarios del Servicio de Administración Tributaria (SAT) -Aduanas pertenece, al igual que ocurre en España y en la mayor parte de los países, a la Hacienda pública- y de la Armada informaron a la Procuradoría General de la República -el homólogo de la Fiscalía española-, que ordenó el decomiso de la droga y espera ahora el el resultado del análisis para determinar qué porcentaje, que se presume elevado, de la mezcla es estupefaciente.