La jueza de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz (Madrid) ha exigido a la cárcel de Alcalá-Meco un informe «detallado» de las circunstancias del fallecimiento del presunto asesino de Eva Blanco, Ahmed Chelh Gerj, hallado muerto ayer en su celda, así como del cumplimiento del protocolo de prevención de suicidios.

La jueza decretó el 9 de octubre de 2015 prisión provisional comunicada y sin fianza para el reo, acusado de detención ilegal, agresión sexual y asesinato. El juzgado trasladó precisamente ayer a las partes el auto en el que concluía la instrucción del caso y se iniciaba el sumario, dando por finalizada una instrucción que comenzó el 20 de abril de 1997, tras el hallazgo en Algete (Madrid) del cadáver de Eva, que recibió 20 cuchilladas -murió desangrada en un terraplén- y fue violada.

Chelh fue encontrado solo en su celda, ahorcado con los cordones de sus zapatillas. Desde que entró en la cárcel y hasta el pasado 16 de diciembre Chelh estuvo sometido al protocolo de prevención de suicidios. Desde ese día y hasta el 8 de enero, permaneció acompañado en su celda. A partir de esa fecha, en virtud del pronóstico de los psiquiatras y psicólogos, se consideró que se le podía dejar solo, como él había pedido tras pasar los controles a los que le sometieron los profesionales de la prisión.

El pasado 15 de enero Ahmed Chelh declaró ante la jueza de Torrejón, a petición de su abogado -se había negado a hacerlo en su primera comparecencia judicial, tras ser capturado en Francia meses antes de que prescribiera el crimen- y alegó que dos desconocidos le obligaron a subir a un coche donde estaba retenida la chica y que le obligaron a eyacular sobre ella bajo la amenaza de una navaja. Aseguró que nunca hubo penetración. Entonces, cuando la jueza le preguntó cómo explicaba que se hubiesen encontrado restos biológicos suyos en el interior de Eva, que tenía 16 años, el imputado no supo dar una respuesta.

Fue precisamente el ADN y una incansable investigación del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Madrid, que jamás abandonó el caso, lo que condujo a la detención de Ahmed en Francia, donde vivía oculto desde que huyó de Algete.