Intercambió un cupón premiado con 30.000 euros por otro de seis, pero el cambio de vida que esperaba alcanzar ha sido otro muy distinto: primero fue detenido por la Guardia Civil y ahora un juzgado lo mantiene imputado por un delito de estafa penado con varios años de prisión. El protagonista es un vendedor de la ONCE de Sedaví de 40 años que presuntamente intentó estafar a un cliente agraciado con 30.000 euros, a quien le dio el cambiazo cuando fue a entregarle el cupón para que le dijera si había sido premiado.

Sucedió, según informó ayer l a Guardia Civil, a finales de enero, cuando un vecino de Sedaví compró un boleto de la ONCE en un bar del pueblo. Era el 22 de enero y el cupón entraba en el sorteo de ese viernes.

Días después, el comprador fue a un quiosco de la ONCE y le pidió al vendedor que le comprobase el boleto. Al pasarlo por la máquina de lectura de premios, el vendedor descubrió que estaba agraciado con 30.000 euros, pero, según la acusación que pesa ahora sobre él, al cliente no le dijo la verdad, sino que ocultó el cupón y le dio otro premiado únicamente con seis euros.

El hombre se fue y,al comentarlo en el bar, descubrió que, al parecer, el vendedor había jugado al «trile» con él, cambiándole un boleto por otro, por lo que decidió acudir al cuartel de la Guardia Civil de Alfafar e interponer una denuncia.

Agentes del área de investigación de Alfafar se pusieron manos a la obra. Los testigos del bar declararon que habían visto el cupón y que se trataba del que había sido agraciado con los 30.000 euros, es decir, el compuesto por los cinco números que habían salido esa noche del bombo.

Así las cosas, los agentes siguieron el rastro del boleto y descubrieron que quien lo había cobrado era precisamente la madre del lotero, una mujer de 63 años. Con esas pruebas en la mano, los investigadores de la Guardia Civil citaron en el cuartel al hijo y a la madre y, cuando comparecieron, les informaron de que se les imputaba un presunto delito de estafa por el que pasaban a estar detenido el primero e investigada, la segunda. El caso está ahora en manos del Juzgado de Instrucción número 5 de Catarroja