La Policía Nacional ha tenido que enviar de nuevo varias dotaciones al barrio del Xenillet, en Torrent, tras un rebrote del enfrentamiento entre los dos clanes que acabaron a tiros en la noche del domingo tras una discusión de escasa importancia que derivó en una riña multitudinaria. El nuevo episodio se ha producido a primera hora de esta tarde, cuando la familia de los presuntos agresores ha descubierto que el coche del presunto autor material de los disparos tenía las cuatro ruedas pinchadas y otros daños en la carrocería, acto vandálico del que hacen responsables a los parientes de los dos heridos.

Nada más descubrir los daños en el vehículo, un Ford Mondeo, se recrudeció el enfrentamiento entre los dos clanes, lo que obligó a la policía a desplegar de nuevo varias unidades de los antidisturbios, así como agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) a las calles Xenillet y Albades, donde residen los implicados.

El detonante del tiroteo, que se saldó con cuatro heridos, dos de ellos de bala, y tres personas arrestadas, fue una discusión banal entre dos jóvenes, uno de cada clan. Uno de los dos heridos alcanzados por los disparos, padre e hijo como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, se encuentra todavía en estado grave en la UCI del Hospital General de Valencia. Ramón G. M., de 57 años y más conocido como «el Mone», recibió tres impactos de bala, uno de ellos en el abdomen y que le ha afectado el riñón. Su hijo, de 29 años, también fue alcanzado en una pierna aunque su estado no reviste gravedad.

Las disputas entre estas dos familias de Torrent, cuyos domicilios están separados por apenas unos metros, vienen de tiempo atrás y los ahora arrestados, tres hermanos del clan de «Los Marcos», ya protagonizaron el pasado verano otro tiroteo en este mismo municipio, del que informó en su momento este periódico. Dada esta enemistad y para evitar posibles represalias las calles Xenillet, Albades y Malva-rosa de Torrent fueron tomadas ayer por más de 50 agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local mientras se realizaban los registros domiciliarios. De igual forma varios miembros de la familia de los detenidos, entre ellos dos mujeres, fueron sacados del barrio en un vehículo policial para evitar males mayores.

Al borde del linchamiento

La refriega comenzó minutos antes de la doce de la medianoche del domingo cuando uno de los hospitalizados se encontraba en la calle Xenillet de Torrent junto a un joven miembro de la familia rival. Al parecer, a éste se le escapó una flatulencia que fue correspondida por el otro muchacho y que dio pie a una discusión entre ambos. A la misma se sumó la mujer de uno de ellos, quien a su vez manifestó que había sido insultada y se enzarzó con otra mujer. Así, lo que comenzó como una riña sin importancia fue adquiriendo tintes cada vez más violentos.

Aquí las versiones ya son contradictorias sobre quien golpeó primero o después, que si uno con una garrota o el otro que vio que llevaba una pistola en el cinto. Lo cierto es que varios coinciden en señalar que los disparos fueron efectuados por dos de los hermanos del clan Los Marcos, quienes fueron arrestados esa misma noche por agentes de la Policía Nacional. De hecho, los autores de los disparos tuvieron que esconderse en una vivienda de la calle Albades para evitar ser linchados por los familiares de los heridos de bala, el Mone y su hijo Manolón.

Estos dos últimos fueron trasladados rápidamente por sus propios familiares al ambulatorio de Torrent. El padre, que estaba más grave ya que presentaba tres heridas de bala, fue atendido por una ambulancia y evacuado al Hospital General, mientras que el hijo fue trasladado a este mismo centro en un vehículo particular. El joven, de 29 años y que tenía un tiro en la pierna, manifestó a los médicos que había sido un policía local quien le disparó, aunque tras someter a la prueba de parafina a todos los agentes que acudieron al servicio esa noche se pudo comprobar que ninguno de ellos efectuó disparo alguno. Asimismo, un vehículo de la Policía Local resultó siniestrado cuando acudían al aviso a toda prisa.

Por su parte, la Policía Nacional intervino varias armas en el lugar, entre ellas una navaja y una llave inglesa, además de un cuchillo y un palo en el registro domiciliario de uno de los detenidos. También encontraron un paquete con munición del arma utilizada, del calibre 22, en un deslunado próximo a un concesionario. Por su parte, gentes de la Policía Científica tomaron muestras del lugar de los impactos y hallaron varios casquillos en un vehículo que también resultó alcanzado.