La Audiencia de Alicante ha condenado a un maltratador reincidente a penas que suman seis años y cinco meses de prisión por amenazar y coaccionar a su expareja, a la que también arrojó un líquido abrasivo que se usa como desincrustante de cemento.

Los hechos sucedieron en 2014, cuando el procesado, Juan Vicente R.G., que ya había sido condenado por violencia machista dos veces, quebrantó reiteradamente la orden que le prohibía contactar y acercarse a la víctima.

Según la sentencia, el acusado comenzó a enviarle mensajes por WhatsApp que le causaban un «gran temor y angustia». El 27 de junio de 2014, el procesado, que está en prisión por esta causa, la abordó en una parada de autobús de Alicante y la coaccionó para que subiera a su coche con la amenaza de prenderle fuego a su vivienda. Tras llegar al domicilio de la víctima, en la pedanía ilicitana de Torrellano, ella trató de bajar del coche, pero el hombre la agarró con fuerza, aceleró y se dirigió a una casa de campo . La víctima logró pisar el pedal del freno y huir, pero Juan Vicente R.G. intentó atropellarla, aunque acabó escapando al ver otro vehículo.

Al día siguiente, cuando la víctima se iba a trabajar, el agresor, que llevaba puesto un casco de motorista, le arrojó un líquido abrasivo. Ella logró cubrirse la cara, pero la sustancia, que contenía ácido clorhídrico en una concentración del 17 %, le alcanzó la espalda y el cabello.