La autopsia realizada ayer al cadáver de la mujer de 51 años hallada sin vida en su domicilio de Catarroja el jueves ha descartado que se trate de un caso de violencia machista. A la espera de los resultados del informe toxicológico, el informe preliminar realizado en el Instituto de Medicina Legal de Valencia concluye que la causa de la muerte no es de etiología homicida. De hecho, todo indica que la mujer pudo sufrir una sobredosis por cocaína, según adelantó ayer el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues.

Respecto a los hematomas que presentaba el cuerpo de la supuesta víctima, así como el traumatismo en la cabeza, los forenses han descartado que éstos sean producto de golpes efectuados por otra persona y mucho menos que sean la causa del fallecimiento. La Guardia Civil arrestó a su compañero sentimental ante las sospechas de que pudiera estar relacionado con su muerte, pero a raiz del resultado de la necropsia, el detenido, de 43 años y con antecedentes, quedó en libertad sin cargo alguno. No obstante, dado su estado de alteración y que intentó autolesionarse en los calabozos de la Comandancia, el hombre fue trasladado a la Unidad de Psiquiatría de un centro hospitalario de Valencia, según ha podido saber Levante-EMV.

La muerte de la mujer se produjo el miércoles por la noche, unas doce horas antes del hallazgo del cadáver, como ya adelantó ayer este periódico. Fue a la mañana siguiente cuando los vecinos, viendo el estado de nerviosismo que presentaba su pareja, decidieron telefonear a la Policía Local de Catarroja. Los agentes acudieron a su domicilio y encontraron al hombre en el rellano. Éste les manifestó que no podía entrar en casa porque se le habían quedado las llaves dentro. Así que se solicitó la presencia de un cerrajero.

Una vez en el interior de la vivienda los policías hallaron el cuerpo sin vida de la mujer con signos compatibles con una posible agresión, por lo que alertaron a la Guardia Civil. El compañero sentimental de la fallecida les dijo que estaba durmiendo y se mostró poco colaborador en todo momento, lo que incrementó las sospechas de los agentes.

Así, ante la posibilidad de que se tratara de un caso de violencia machista se hizo cargo de la investigación el grupo del Emume de la Guardia Civil. No obstante, ya en el levantamiento del cadáver el forense apreció a simple vista que las lesiones no parecían ser mortales y que la causa de la muerte podría estar relacionada con la toxicomanía de la pareja. De hecho en la vivienda hallaron restos de metadona y alcohol. La autopsia ha confirmado sus sospechas.