La nit de la «cremà», sin duda la noche más ruidosa del año en Valencia, fue la elegida por dos grupos distintos de butroneros que desvalijaron una joyería y un estanco esa madrugada, la del domingo pasado, aprovechando el incesante estallido de petardos en todos y cada uno de los barrios de la ciudad. En ambos casos, el robo no fue descubierto hasta el lunes por la mañana, cuando los respectivos propietarios reabrieron sus negocios tras el parón de Fallas.
Uno de los asaltos fue perpetrado en una joyería ubicada en el número 80 del Camí de Montcada, a la que los ladrones accedieron a través del portal de la finca ubicada en el mismo número. Una vez dentro, forzaron la puerta que da al cuarto de contadores, cuya pared, contigua a la del local anexo a la joyería, horadaron con un primer butrón. Luego, abrieron un segundo agujero y entraron en el establecimiento, según confirmó uno de los propietarios a Levante-EMV.
La misma fuente explicó que los butroneros «inutilizaron la alarma y la cámara de seguridad» que graba en el interior de la joyería para, a continuación, desvalijar las piezas más valiosas. El objetivo era llevarse todo el oro y las mejores joyas que encontraron en los expositores, ya que no pudieron forzar las cajas fuertes.
Todo apunta a que los butroneros actuaron entre las doce de la noche y las cinco y media de la mañana. De hecho, al menos uno de los vecinos de la finca escuchó golpes y ruidos entre la medianoche y las dos y media de la madrugada, según explicó una residente del edificio a este diario, quien agregó: «Por lo visto no le dieron importancia porque había mucha gente tirando petardos por la calle y creyeron que era por eso».
La policía llegó a revisar, junto con una de las propietarias, el exterior de la joyería cerca de las seis de la madrugada, después de que saltara la alarma al cortarse la luz del establecimiento, pero la ausencia visible de señales de robo y la imposibilidad de abrir la persiana metálica por el corte de la electricidad hizo que se quedara como una falsa alarma.
Una vez acabado el trabajo, los ladrones salieron por el segundo butrón y, una vez en el local contiguo, «desmontaron desde el interior el cierre de la persiana y salieron por la calle Pedro Cabanes -la joyería da a ambas vías- para irse, lo que era mucho más discreto que volver a salir por el portal, porque a esas horas ya podían encontrarse con algún vecino madrugador», explicó el dueño de un negocio cercano, quien se enteró «el lunes por a mañana, cuando vimos que llegaban muchos coches de policía».
Robo en el estanco
Esa misma noche, otros butroneros aprovecharon los castillos y petardos de la «nit de la cremà» para hacer lo propio en un estanco situado en el número 9 de la Plaza del Profesor López Ibor.
En este caso, los ladrones accedieron a través de una antigua sucursal de Bancaja, cerrada y abandonada desde hace años, a la que llegaron desde otro local. En este caso, los vecinos ni siquiera escucharon los golpes de maza que los ladrones dieron para abrir el butrón que les dio entrada al almacén del estanco, de donde se llevaron cajetillas de tabaco y paquetes de tabaco para liar cuyo valor supera los 40.000 euros, según la estimación realizada por el propietario.
Agentes del grupo de Robos de la UDEV de la Policía Nacional de Valencia han abierto sendas investigaciones para tratar de identificar y detener a los autores de ambos asaltos.
