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Balance

Los casos de menores juzgados por violencia machista crecen un 227 % en los últimos 5 años

Sólo Andalucía supera a Valencia en el número de maltratadores de entre 14 y 17 años - El 85% de los chicos enjuiciados el año pasado son españoles

La preocupación entre jueces, fiscales, policías y educadores por el alarmante crecimiento de la violencia machista en edades cada vez más tempranas no es gratuita: en los últimos cinco años, los juzgados de Menores valencianos han visto aumentar en un 227 % los casos registrados de violencia machista ejercida por adolescentes de entre 14 y 17 años sobre sus novias. En cifras absolutas, de los 15 casos registrados en 2011 se ha pasado a 49 el año pasado, más del triple.

El aumento es especialmente alarmante en la Comunitat Valenciana, a la que sólo supera Andalucía -con 58 casos en 2015-, y que se sitúa a mucha distancia de las otras comunidades con mayor población, como Madrid y Cataluña, donde hubo 13 y 12, respectivamente.

La consecuencia de los recortes

El incremento no se queda ahí. «Hemos notado un aumento también en los casos en que el autor ya no es menor porque acaba de entrar en la mayoría de edad pero la víctima sí lo es, y también entre parejas muy jóvenes, de entre 18 y 25 años», recalca la fiscal de Violencia sobre la Mujer Susana Gisbert, quien encuentra la explicación «en la falta de concienciación social de estos últimos años y en una quiebra importantísima en la educación, favorecida por los recortes que han llevado a que no se cumpla prácticamente ninguna de las medidas en Educación que marca con claridad la Ley integral de Violencia sobre la Mujer».

Todo ello, «unido al bombardeo constante de patrones machistas en el cine, la televisión, los videojuegos y la música», que son las principales fuentes en las que jóvenes y adolescentes buscan referencias de presente y de futuro.

Tanto es así, que un reciente estudio del Centro Reina Sofía denunciaba que el 52,6% de las adolescentes veía como normal que en una relación hombre-mujer le corresponde a él proteger a la chica. Y más del 80% admitía conocer a alguien de su edad que hubiera protagonizado o sufrido algún episodio violento por parte de su pareja.

Ese informe se realizó a partir de encuestas personales a 2.512 adolescentes escolarizados de entre 14 y 19 años. La mayoría justificaba el control del teléfono móvil por parte del novio o que éste decidiese con quien podía o no hablar su pareja. Es más, un 20% de los jóvenes había llegado a amenazar con hacer daño a la chica si ésta ponía fin a la relación.

Como muestra, un botón. El año pasado, los jueces de Menores de la Comunitat Valenciana enjuiciaron e impusieron medidas correctoras a 32 adolescentes de entre 14 y 17 años por haber maltratado a sus parejas. Son ocho más que en 2014. Y el doble que en 2011 o en 2012. Es más, de esos 32 menores autores de un delito de violencia machista, cuatro tenían entre 14 y 15 años.

En cuanto a la nacionalidad de los autores, las estadísticas del observatorio del Poder Judicial también desmontan el mito de que el maltrato es cosa de otras «culturas»: el 85 % de esos 32 menores juzgados y condenados el año pasado en la Comunitat Valenciana eran españoles, porcentaje incluso superior al que se observa en los maltratadores adultos, que se queda ocho puntos por debajo. Así, según las estadísticas oficiales, los españoles enjuiciados por violencia machista en 2015 supusieron el 77 % del total.

La falta de concienciación a la que alude la fiscal tiene un reflejo muy claro y bastante dramático en las encuestas que elabora periódicamente el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Según su último barómetro, el del mes de febrero, la violencia sobre la mujer supone el principal problema únicamente para el 1,6 % de los encuestados. Ocupa la décimosexta posición en las preocupaciones de los españoles, la misma que los partidos políticos o los nacionalismos y bastante por detrás, curiosamente, de lo que el CIS etiqueta como «la crisis de valores».

La buena noticia es que ese 1,6% es el nivel más alto de preocupación desde junio de 2011, lo que permite albergar esperanzas de que se produzca una reactivación de la concienciación social sobre qué es violencia machista y cómo debe combatirse.

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