Cien kilos de cocaína que nunca llegarán al mercado. Su intervención ha sido posible gracias a la perspicacia de los agentes de la Guardia Civil y de Aduanas, organismo dependiente de la Agencia Tributaria, que el pasado viernes detectaron el envío dentro de un contenedor que una empresa valenciana ajena al narcotráfico esperaba desde hacía casi un mes. La droga fue entregada el miércoles en el Juzgado de Instrucción 13 de Valencia, en funciones de guardia.

El contenedor, que procedía del puerto peruano de El Callao, fue seleccionado para su inspección por expertos de la Unidad de Análisis de Riesgos (UAR) tras sospechar que podía haber sido utilizado por las redes del narcotráfico para camuflar droga en su interior mediante el sistema de gancho perdido.

Los agentes revisaron la carga con el escáner del Puerto de Valencia y comprobaron que, en la parte posterior, cerca de la puerta, había unos bultos no compatibles con el resto de la carga -tablas de madera-, así que lo abrieron. La sospecha se confirmó al toparse con tres mochilas grandes en cuyo interior estaban distribuidas los cien paquetes de un kilo de cocaína cada uno.

Utilizaron al importador

Como en todos los ganchos perdidos, los narcos utilizaron un envío legal para ocultar su droga en el interior. En este caso, la afectada es una empresa valenciana del sector de la madera que importa habitualmente un elevado número de contenedores con tablones. Los traficantes usan esos envíos para introducir las mochilas con droga en el país de origen o en algún puerto intermedio donde cuenten con cuadrillas a sueldo.

Una vez colocadas las bolsas de viaje con la cocaína, precintan la puerta del contenedor y dejan un segundo precinto exactamente igual dentro de una de las mochilas. Así, los encargados de recuperar esa droga una vez que el contenedor esté en los muelles valencianos ya sólo tienen que sellar la puerta una vez extraídas las bolsas cargadas de estupefaciente, de modo que a simple vista parezca intacto.

Este es uno de los primeros ganchos perdidos localizados este año en el puerto de Valencia, lo que ha hecho a las fuerzas de seguridad replantearse si los narcos están utilizando vías alternativas para traer la cocaína desde Suramérica.