Las esperanzas de encontrar con vida a Federico Lecube Serrano, un hombre de 83 años desaparecido el pasado viernes cuando salió a pasear por las afueras de su localidad, Tavernes de la Valldigna, eran cada vez menores. Habían pasado más de 72 horas y, pese a los numerosos rastreos de vecinos, amigos, voluntarios y efectivos de emergencias, no había ni una señal de su paradero. Hasta que entró en acción Tommy, uno de los perros adiestrados de la unidad canina de la Guardia Civil.

Pasaban unos minutos de las ocho de la tarde cuando el agente que guiaba a Tommy decidió cambiar la zona de rastreo y dirigirse en otra dirección. Apenas unos instantes después, el pastor alemán empezó a ladrar de manera ininterrumpida: había localizado a Federico, más conocido como Jesús, caído en un barranco.

«El animal se puso a ladrarle, pero el hombre no sólo no se asustó, sino que se echó a reír de alegría porque al fin lo habían encontrado», relató a Levante-EMV un miembro del dispositivo de búsqueda.

Enseguida acudió el equipo sanitario del SAMU, que atendió al hombre, quien sufría hipotermia y entumecimiento, al haber permanecido tres días en el fondo de la barranco, en la misma posición, sin agua ni comida y muy cerca del río Vaca. Jesús fue llevado a un centro médico donde, tras una exploración a fondo, recibió el alta y ya está en casa con su familia.