«Un traje a medida, y por cierto muy caro», así calificó ayer el fiscal la supuesta enfermedad mental que ha esgrimido la defensa del acusado por matar de una paliza a un joven en marzo 2014 a las puertas de una discoteca de Albal, durante su informe de conclusiones ante el jurado popular. Los psiquiatras contratados por la defensa expusieron la semana pasada que el acusado padece un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, agravado por el consumo de alcohol. Sin embargo, la fiscalía considera que dicha enfermedad, no diagnosticada hasta después de los hechos, es una estrategia hecha a medida para eludir la prisión.

Así, en sus conclusiones el fiscal expuso que la riña fue mutuamente aceptada por ambos, tanto víctima y agresor, y que ninguno de ellos trató de escapar. Respecto a la ingesta de alcohol, sí que se ha demostrado que el acusado estuvo bebiendo esa noche pero entre las 7.00 y las 15.00 horas, cuando se produjo el crimen, apenas hay un testigo que lo viera beber una simple cerveza. Además, no se ha acreditado el consumo de drogas, ni por testigos ni por la prueba del cabello. Por todo ello solicita 16 años de prisión por un delito de asesinato con la atenuante análoga de intoxicación etílica.

Por su parte, la acusación particular hizo hincapié en la declaración de los médicos que lo atendieron en el hospital tras ser detenido por la Guardia Civil, quienes manifestaron que el joven estaba consciente y orientado, y tan solo habían pasado tres horas de lo ocurrido. Del mismo modo, criticó que si se le absolviera por su supuesto trastorno sería darle «un cheque en blanco para delinquir», así como el hecho de que el acusado se haya declarado insolvente, «cuando sí que tiene dinero para pagar informes y psiquiatras de parte».

Misiva de perdón

La defensa del acusado leyó ante el jurado popular una carta de arrepentimiento que supuestamente escribió éste tras los hechos, pero que nunca llegó a la familia de la víctima. Durante su lectura el joven soltó las únicas lágrimas que se le han visto en el juicio. Así, en su último turno de palabra aprovechó para pedir perdón a la familia del fallecido. Su abogado pide una medida de tratamiento psiquiátrico en libertad vigilada.