Los acusados del mayor alijo en España de viagras falsas no entrarán en prisión tras haber pactado una conformidad que se ha saldado con penas mínimas en la Audiencia Provincial de Alicante: dos años de cárcel para los presuntos cabecillas, y cinco meses de prisión para los otros siete colaboradores de la red. En el banquillo se sentaba un grupo acusado de la distribución a través de Internet de Viagra y otros medicamentos falsificados, importados de China, Pakistán y La India, sin pasar ningún tipo de control sanitario en España. La Policía intervino en su día cerca de 160.000 pastillas falsificadas, que hubieran alcanzado en el mercado un valor cercano a los 2,5 millones de euros. También se requisaron cerca de cinco kilos de un nuevo tipo de una nueva sustancia psicotrópica, que era un derivado del éxtasis

El fiscal, que pedía penas de hasta nueve años de cárcel, rebajó ayer la petición tras la confesión de los acusados, pidiendo que se les aplicara una atenuante de dilaciones indebidas, ya que los hechos se remontan al año 2009 y, por tanto, han tardado siete años en llegar a juicio. La pena pactada ayer para los cabecillas de la trama es de un año y nueve meses de cárcel por la distribución de la droga, y tres meses por el tráfico de los otros medicamentos. Sin embargo, la Fiscalía reclama multas de 200.000 euros para ambos.

Paquetes postales

Los hechos se remontan a los meses de septiembre y octubre de 2009, cuando la Policía comenzó a investigar a un grupo de personas que recibían paquetes postales en la Marina Alta procedentes de Pakistán, China e India. En los envíos se incluían supuestos medicamentos que se elaboraban en esos países sin ningún tipo de control sanitario, así como productos psicotrópicos. Todos estos productos se comercializaban a través de Internet, o bien por otros vendedores que percibían una comisión por ello. Uno de los cabecillas de la trama llegó a tener hasta tres viviendas para poder recibir los paquetes.