La oleada delictiva del joven arrestado más de una veintena de veces en los últimos dos meses parece que no tiene fin. Tan sólo un día después de que Levante-EMV informara de sus andanzas, y cómo a cada detención le sucedía su puesta en libertad a la espera de juicio, el joven delincuente volvía a ser arrestado, esta vez por la Policía Local de Moncada, por robar un vehículo e intentarlo con otro.

Tras pasar a disposición judicial y ser nuevamente puesto en libertad con cargos, esa misma tarde era arrestado de nuevo en Alzira con una moto robada. «En cuanto me suelte el juez me hago otro coche y me vuelvo a casa en él», le dijo a los policías alardeando de cómo el sistema judicial español le permite delinquir una y otra vez sin que ningún juez decrete la prisión provisional.

«No hay riesgo de fuga»

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana explicaron que aunque el investigado acumula varias detenciones policiales, se trata de «delitos menores que llevan aparejadas, en caso de condena, penas menores». Además, «tiene familia y arraigo, por lo que no hay riesgo de fuga», añadieron estas mismas fuentes. «Por estos motivos se entiende que no concurren los elementos que exige el Código Penal para decretar prisión provisional».

El joven de 22 años, conocido como «Zipi-Zape» por los tatuajes que lleva en los nudillos, fue arrestado el lunes por la tarde en la calle Mestre Palau de Moncada cuando una patrulla de la Policía Local se percató de que estaba forzando un vehículo estacionado en la calle. Además de este turismo, que tenía ya el puente hecho, los agentes recuperaron otro vehículo robado en Torrent, un móvil que ya han devuelto a su dueño y una bicicleta, también sustraída. El juzgado de Instrucción número uno de Moncada lo dejó en libertad pero al cierre de esta edición volvía a estar detenido en los calabozos de Alzira.