El presunto autor del doble asesinato de la calle Císcar, ocurrido el pasado 22 de mayo, donde dos hermanos, de 79 y 75 años, fueron encontrados estrangulados en su domicilio, se ha entregado esta tarde en una comisaría de Alicante. El grupo de Homicidios de la Policía Nacional lo tenía identificado desde poco después de cometer sus crímenes pero el sospechoso permanecía huido desde entonces.

Juan Carlos y Araceli Oliva Bellido, de 79 y 75 años, fueron encontrados sin vida en el número 54 de la calle Císcar. La muerte se habría producido un mes antes pero el asesino trató de retrasar al máximo el hallazgo de los cadáveres camuflando el olor que producen los cuerpos en descomposición con toda clase de artimañas: envolvió los cuerpos en sacos de dormir y los empaquetó con cuerdas, los cubrió con una alfombra, colocó una gruesa capa de sacos de arena para gatos sobre los cadáveres y después llenó la habitación de ambientadores. Antes de irse, puso un candado en la puerta de la habitación por fuera y cerró perfectamente con llave la de la vivienda.

Además puso un dispositivo en la puerta, tipo detector de movimiento, para saber si los cadáveres de sus víctimas eran encontrados, como publicó en exclusiva Levante-EMV. De hecho, después de cometer sus crímenes regresó varias noches a la vivienda, según demuestran los testimonios de varios vecinos recabados en su día por este periódico, quienes aseguraban haber escuchado pisadas en la casa cuando ya llevaban varios días muertos los dos hermanos.

Asimismo, el asesino, quien ayer se entregó a la policía y confesó los hechos, había huido con el coche de sus víctimas. El detenido había estado cuidando a los dos septuagenarios durante varios meses y había logrado que éstos le prestaran 18.000 euros. Ese parece ser el móvil del crimen.