María Alandi, de 86 años, volvía de asistir a misa, como cada día, en la Iglesia de San Luis Bertrán de Torrent. La mujer se disponía a entrar en su casa, ya tenía puesta la llave en la cerradura, cuando de repente un desconocido la abordó y trató de arrebatarle de un tirón el bolso que llevaba colgado al hombro.

La anciana se resistió con la energía de la que hacía gala a diario -pues pese a su edad todos coinciden en señalar que era una persona muy activa-y durante el forcejeo su agresor la golpeó y la tiró al suelo. El ladrón huyó del lugar dejándola inconsciente y gravemente herida con un derrame cerebral. Los peores presagios se hicieron realidad y tras ingresar clínicamente muerta ha fallecido alrededor de las 14 horas en el Hospital General, donde estaba ingresada, según han confirmado fuentes del centro hospitalario.

«No habíay ninguna posibilidad, su corazón ya ha dejado de latir, ahora solo podemosdespedirnos de ella», reconocía con dolor y resignación una hija de la octogenaria desde la Unidad de Reanimación del Hospital General de Valencia. La anciana, vecina de Torrent y muy apreciada por los más longevos del municipio, deja tres hijos, seis nietos y cuatro bisnietos.

La Policía Nacional detuvo a su presunto agresor, de 38 años, en las inmediaciones apenas pocos minutos después de huir del lugar escondido entre dos coches. Según las fuentes consultadas, el arrestado, de nacionalidad española, tiene numerosos antecedentes y acababa de salir de prisión cuando cometió este nuevo robo con violencia que podría transformarse en un delito de homicidio cuando el juzgado certifique la muerte de la anciana. Tras ser puesto a disposición judicial el juez ha acordado su ingreso en prisión provisional.

Los hechos ocurrieron en torno a las 20.15 horas del pasado viernes en la calle Reyes Católicos de Torrent, a la altura del portal de la planta baja donde vivía sola la víctima desde que enviudó hace tres años. La anciana, de 86, acababa de regresar de misa. Los que la conocen la describen como una mujer muy «católica, pacífica, que nunca se metía con nadie y siempre tenía un buen gesto para todo el mundo».

Cuando estaba a punto de abrir la puerta de su domicilio, un joven, sin camiseta y con un tatuaje, según la descripción dada por los testigos, la abordó por la espalda y trató de arrebatarle el bolso de un tirón. «Se creía que portaba dinero encima pero lo único que llevaba mi madre eran unas monedas de jugar al bingo en el hogar del jubilado y un abanico», explicaba la hija de la agredida. Además, el ladrón forcejeó con ella para quitarle el reloj dorado que llevaba, pensando erróneamente que era de oro.

«La tiró al suelo y se golpeó en la cabeza. Todavía quedan manchas de la sangre y sus vómitos», señalaba Amparo, vecina de la víctima. «Mi marido se fue detrás de él para tratar de alcanzarlo», añadía otra vecina. «Salimos a socorrerla y le puse un almohadón mientras venía el SAMU», relata Amparo.

Rápidamente se trasladaron al lugar varias patrullas de la Policía Nacional y agentes de la Policía Local. El presunto agresor no pudo huir muy lejos y fue arrestado poco después de dejar a su víctima con un derrame cerebral irreversible.