En las últimas semanas se ha detectado un importante incremento de llamadas a vecinos de Valencia en los que su interlocutor simula tener secuestrado a algún familiar y pide un rescate por su liberación cuando realmente ni la persona en cuestión esta retenida e incluso la llamada se efectúa habitualmente desde fuera de España. Es lo que se conoce como los llamados secuestros virtuales, práctica delictiva que aumenta durante las vacaciones de verano por la alta probabilidad de que los hijos no estén con sus padres.

La Guardia Civil alertó ayer de que esta una nueva oleada de llamadas, principalmente efectuadas desde cárceles de Chile, en las que el estafador simula el secuestro de un familiar y exige una cantidad de dinero que oscila entre los 2.000 y 10.000 euros a cambio de su liberación. Fuentes de la Benemérita afirman que solo el cuatro por ciento de esas llamadas se realizan desde España.

«Juegan con nuestra mente, no nos dejan pensar para que les demos información», confesaba un joven, vecino de Benimaclet, quien atendió una llamada de estos falsos secuestradores a distancia el pasado miércoles. Éstos aseguraban tener retenida a su hermana y les exigían el pago de 10.000 euros. «Nos dijeron que o les dábamos el dinero o nos enviarían a mi hermana a pedacitos en un sobre», recuerda David.

Fue su madre quien primero cogió el teléfono. En la llamada apenas se escuchaba una voz de mujer entrecortada y sollozos. «¿Marta, eres tú?». Ese es justo el dato que estaban esperando los falsos secuestradores para poner en marcha su plan y extorsionar a sus víctimas. «Yo les decía que quería escuchar primero la voz de mi hermana, antes de ir a sacar el dinero», explica David. La casualidad hizo que sonara el telefonillo y que en ese preciso momento llegara Marta al piso de sus padres.

El Equipo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha elaborado un decálogo para actuar ante estas llamadas telefónicas que incide en la importancia de mantener la calma y dejar hablar al falso secuestrador sin facilitar datos personales ni acceder en ningún caso al pago de la cantidad exigida.